Hablamos con el dirigente de Unidad Popular y Diputado (M.C.), Claudio Lozano sobre los límites del kirchnerismo y el macrismo, y los desafíos que tienen los sectores populares para hacer frente a esos dos modelos y generar una propuesta seria en la que confíe el pueblo.
-Estamos en un momento raro en el país con un presidente y expresidenta ambos imputados. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
– Lo que se vive es una demostración de que se debe construir una propuesta política más seria para el conjunto de los argentinos. El hecho de que uno vea una cantidad importante, más allá de la imputación de la presidenta, de fenómenos donde la familia presidencial del gobierno anterior y funcionarios aparecen involucrados en hechos de corrupción como los casos de Jaime y de Schiavi en la tragedia de Once o Aníbal Fernández con la efedrina, Lázaro Baez y Hotesur, la ruta del dinero y tantas cosas más. Todo esto se agrava porque se dio en el marco de un gobierno que hizo de las reivindicaciones nacionales y populares un eje de su intervención política, y así desalienta a buena parte de la ciudadanía. Si vamos al presente, aparece un gobierno con un conjunto de propuestas más conocidas por los ajustes más tradicionales, totalmente despreocupado de la cuestión social y que puso en marcha un ajuste que no tomó en cuenta que estamos en un país que tiene entre 10 o 14 millones de pobres según las encuestas que se tome. Ese gobierno quiso sostener la estrategia de supuesto sinceramiento de las clases económicas sustentado por la ejemplaridad democrática, y esa ejemplaridad la arrasó el impacto de un misil con el tema de un conjunto de empresas off-shore, que dio como resultado una investigación internacional, en donde aparece involucrado el Presidente de la Nación, el Intendente de Lanús, anterior Secretario de Haciendo de CABA. Las empresas off-shore , para saber, son los mecanismos por los que los principales grupos económicos de la argentina han colocado buena parte de los miles de millones de dólares que tienen en el exterior. Así que tenemos un escenario que muestra un sistema político dominante que no le oferta a la ciudadanía perspectivas o alternativas serias. Y en este sentido es un desafío para todas las propuestas que pretendan transitar un camino donde el país tenga mejores niveles de igualdad, que genere lo que Argentina necesita, que no son ninguna de las dos condiciones comentadas. Pero el desvelo de las empresas off-shore tienen un agravante, además de que tiene que ver con el hoy. Argentina es un país que está quebrado, tiene 250 mil millones de deuda pública y al mismo tiempo tiene 400 mil millones de dólares de los millonarios argentinos en el exterior. Y esos millonarios argentinos que hoy están gobernando, porque Macri no es más que la expresión de una de las más grandes fortunas del país, son los que le demandan ajuste al pueblo argentino. Esta es una situación compleja porque abre una discusión institucional pues no es tan sencillo reclamar esfuerzo en un contexto de esta naturaleza. Decirle a los Argentinos no tenemos dólares para que funcione la economía, para financiar nuestra actividad, cuando al mismo tiempo se sabe que tiene 400 mil millones de dólares fuera, es una invitación al conflicto social.
-Lo mismo que echar tanta gente del Estado y darles exenciones y quita de retribuciones a las cerealeras y a la minería.
– Esos son los componentes de esta herramienta de ajuste que genera desigualdad. Pero si uno tuviera una estrategia de desigualdad justificada en alguna razón, quizás se podría barnizar de otro modo, pero, ciertamente, hoy no ocurre tal cosa. Y la excusa para que se lleve a cabo esta política, para decir que necesitamos dólares e ir a pedir más deuda para pagar a los fondos buitres y demás, es que la argentina no tiene dólares propios y, la verdad, sus millonarios tienen 400 mil millones afuera. Esta situación que, como dije, acerca al conflicto social, sería bueno que los argentinos podamos resolver de manera democrática, abriéndole la puerta a una propuesta política mejor.
-¿Y qué sucede con la gente? Me acuerdo en un programa donde Gustavo Vera despotricó que él había denunciado a la esposa de Mauricio Macri por los talleres clandestinos en Floresta, que mataron dos niños quemados y la gente los había votado igual. Con vos pasa algo similar, denuncias la corruptela política que afecta la cotidianidad del pueblo, pero la gente sigue eligiendo dos sectores de poder, PJ y PRO. ¿Cómo se combate con dos monstruos así?
– En primer lugar hay que reconocer que el pueblo argentino abrió una puerta para la posibilidad de un cambio importante. Es el pueblo argentino el que generó las jornadas del 2001-2002 que abrieron una etapa de discusión política nueva en el país. Lamentablemente, el gobierno que asumió en medio de esta demanda social, donde existía condiciones políticas como para llevar adelante procesos de transformación más profundos, tuvo dos grandes límites. Primero, el kirchnerismo nunca tuvo un programa transformador en profundidad en serio, en todo caso hizo algunas cosas respondiendo a demandas sociales que en alguna medida significaron traducir institucionalmente conquistas que pueblo argentino venía reclamando, desde los juicios en materia de derechos humanos hasta cuestiones sociales, asignación por hijo y otras cuestiones. Y, al mismo tiempo, no tuvo un programa de transformación concreto, por lo que rápidamente se encontró con los límites que siempre plantea el capitalismo argentino. Pero, por otro lado, tampoco tuvo la decisión de construir una fuerza política nueva y, en este sentido, en lugar de fortalecer el desarrollo de las organizaciones populares, tuvo intervenciones destinada a corromperlas y fracturarlas. Por su parte, también ocurrió que se asentó sobre la base estructural de un Partido Justicialista que, en la práctica, hoy es el principal garante de la gobernabilidad de Macri. Macri no podría estar gobernando si buena parte de los que fueron sostén de la experiencia kirchnerista anterior no estarían hoy dándole los votos en el parlamento. Cuando Macri va a eliminar las retenciones a las mineras va con Lucía Corpacci, gobernadora de Catamarca, y José Luis Giogia, el gobernador de la provincia de San Juan; o sea, dos expresiones concretas de lo que fue el sostén de la experiencia Kirchnerista. Urtubey o Bossio también son partes del kircnerismo. Lo que va quedando del relato K es una experiencia menor donde, una gran parte de la estructura política que lo sostuvo, demuestra diariamente que no tiene ningún compromiso con ningún proceso de transformación. Es más, son los mismos que le dieron los votos para que Macri llegara a un acuerdo con los fondos buitres completamente ruinoso para el pueblo argentino. En fin, lo que creo que pasó, es que el pueblo argentino, a partir de lo que fue su proceso de desarrollo y cuestionamiento de organización y movilización, dio hasta lo que dio, y hoy estamos compelidos a una nueva etapa. Es más, desde que asumió Macri hasta acá, se ha observado una capacidad de respuesta por parte de las organizaciones populares y del pueblo argentino muy importante a las definiciones reaccionarias, negativas y antipopulares que el gobierno a ha tomado, como la marcha del 24 de Febrero. Ha habido respuestas masivas a todas las problemáticas de los despidos. Por ende creo que los errores cometidos por el gobierno anterior –pues Macri ganó por errores como el de poner a Anibal Fernandez, por citar alguno -. Así que yo tengo mucha confianza en la capacidad de respuesta del pueblo frente a lo que está ocurriendo y tenemos el desafío de construir respuestas diferentes a las que hasta este momento hemos protagonizado. El pueblo argentino se merece una estrategia popular más interesante que las que hemos sido capaces de parir hasta este momento. Por lo menos es el compromiso que tenemos desde Unidad Popular.
-Ya que hablás de Urtubey, vos visitaste Salta la semana pasada. ¿Sigue siendo Salta la linda?
– La Salta de Urtubey es la capital del desmonte argentino, es una suerte de tierra arrasada. Entre 1976 el 2012 se talaron 2 millones de bosques en Salta, lo que dio cambios brutales en el ecosistema que se tradujo en un alud en el 2008 que hizo desaparecer un pueblo completo. Ese desmonte que viene asociado a la persecución y desplazamiento de los pueblos originarios está asociado a la expansión del agronegocio y el intento de llevar adelante experiencias mineras incompatibles con el medio ambiente. El vínculo y respeto del agro negocio y los carburos de la minería como ejes de una Salta cada vez más concentrada y extranjerizada, basada en producción primaria, sin ningún tipo de desarrollo de carácter industrial. Una Salta riquísima en minerales, es la consecuencia de niveles de trabajo en negro brutales con niveles de pobreza superlativo. Y, la verdad, es que es interesante observar que los intereses de las petroleras mineras y agro negocios son lo que explican el permanente proceso de flexibilidad y manejo de cintura política que caracteriza a Urtubey. El nace como hijo prodigo del Menemismo, luego se transforma en expresión del kirchnerismo salteño para hoy, mostrar afinidad con Macri. Para que te des una idea, una de las fincas que demandó que el gobierno salteño desclasificara una zona donde no se podía promover desmontes es la Finca El Yuto de Franco Macri y su familia. Con estos datos vamos viendo quienes manejaron la provincia de Salta durante tiempo y son responsables de esta suerte de desmonte feroz y asesino, y así se entiende bien por qué Urtubey no tiene problema de pasar de un lugar a otro.
-Para ir cerrando, y volviendo al principio, en el acto de Cristina cuando iba a ser imputada, se cantaba Patria Si, Colonia no. Cuando en realidad, bajo otros argumentos, en la era kirchnerista se pagó a los buitres.
– En la escena que propuso el Kirchnerismo en la citación de Bonadío confluyen dos cosas, por un lado una citación absolutamente traída de los pelos porque, lo que hay en el proceso que se discute es el manejo de una política cambiaria hecha por un gobierno que tenía una estrategia de política económica diferente al actual. Consecuentemente no hay delito expresamente allí, en todo caso uno puede recriminarle al gobierno anterior no haber tenido en cuenta la posibilidad de perder. Pero hay tanta responsabilidad en el gobierno anterior como en el actual en no haber buscado mecanismos para no transferir los 70 mil millones de pesos que se le transfirió a los operadores financieros bancarios o cerealeras como dólar futuro. Por eso, aunque esas políticas las terminen pagando el pueblo, no hay delito específico, solo costos sociales. Aun así no se muestra indicio de autocrítica. Que Macri esté gobernando es un fracaso de las estrategias populares, principalmente la experiencia kirchnerista. Y si uno interpreta que la kirchnerista es parte de la experiencia popular debería revisar lo que el kirchnerismo hizo porque el conflicto de Griesa es resultado de los límites de la gestión Kirchenrista en materia de deuda. Si, cuando hicieron el canje 2015, previamente hubieran hecho una investigación parlamentaria, hubieran repudiado los bonos cuestionados por la constitución nacional que servía de jurisdicción para que nos juzguen en el exterior y hubieran cuestionado la legitimidad de los acreedores, en ese caso Griesa no hubiera existido. Griesa existe por los límites de la negociación en el régimen kirchnerista, no es un problema ajeno, un resultado impredecible, sino una variable que tenían que haber tomado en cuenta. Amen que en los canjes anteriores hubo manejos de distintos fondos iguales a los buitres de los que estamos hablando que participaron haciendo ganancias espectaculares. De hecho, en el canje del 2010, que es el canje de Boudou que nosotros hemos cuestionado por el hecho de haber armado una consultora local vinculada con el ministro, la consultora Arcadia, que permitió que funcionarios del gobierno, empresarios nacionales y fondos de inversión, fondos buitres, también tuvieran ganancias siderales porque se enteraron en el 2008 que la argentina iba a hacer un canje en el 2010. Consecuentemente el ex gobierno no se hizo cargo de su responsabilidad. Para terminar, si hoy gobierna Macri es fruto de los límites que tuvimos todos para plantear otra cosa y los que más responsabilidad tienen son los que más poder político tuvieron, la experiencia kirchnerista.
Fuente: www.colectivoportenio.com.ar