17-06-2009
La decisión de Cristina Kirchner de reglamentar la ley 26.360 que prorroga y amplía el régimen de promoción de las inversiones que rigiera en base a la ley 25.924, así como las afirmaciones de ella y de su ministra Débora Giorgi respecto a lo exitoso del citado régimen y a su contribución a la creación de empleo y la agregación de valor, conforman un discurso falaz que oculta en la práctica la estrategia oficial de favorecer con recursos públicos al capital más concentrado.
Es conveniente aclarar que al cabo de los seis llamados a concurso del régimen en cuestión, el monto de inversión promocionada ascendió a casi 10.000 millones de pesos con un costo fiscal de $1800 millones, una creación de menos de 7800 puestos de trabajo, lo cual supone una inversión de 1,2 millones de pesos por ocupado y un sacrificio fiscal de 226 mil pesos por puesto de trabajo. Se trata de 125 proyectos de inversión patrocinados por 93 empresas locales de gran envergadura, concentrándose más del 82% de los beneficios fiscales concedidos en solo 15 proyectos.