Entrevista al referente de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTa autónoma) y Diputado Nacional (MC) por Unidad Popular (UP), Víctor De Gennaro, para comprender la situación en los ingenios. Persecución judicial, represión, aprietes y lamentables condiciones de trabajo. Trabajadores que se organizan. Sindicatos que se reconstruyen.
– ¿Cuáles son los principales reclamos que están llevando los trabajadores azucareros hoy?
– En primer lugar es el eje salarial, donde hubo una recuperación lenta pero permanente, porque los trabajadores han ido arrancando rentabilidad. Por supuesto, las patronales tratan de no pagar más. En San Isidro, por ejemplo, después de muchos días de huelga la patronal tuvo que aceptar que el ingenio no estaba en crisis. La patronal se había declarado en un proceso de crisis para no pagar aumentos y, también, la situación le permitía despedir llegado el caso. Los compañeros demostraron, con las ganancias de las empresas en los últimos cinco años -porque ellos son exportadores de azúcar orgánica y alcohol- que eran absolutamente rentables. O el caso de los Blaquier, que decían no tener plata para los aumentos pero sí para comprar el ingenio Concepción en Tucumán. Ese es el primer reclamo.
En segundo lugar están las condiciones de trabajo. La inseguridad laboral, las malas situaciones de salud que enfrentan los trabajadores, la precariedad, la situación de los cañeros independientes a los cuales se les compra el azúcar pero viven en terrenos de los ingenios y en realidad sus condiciones son semiesclavas. Todas estas condiciones están detalladas en un informe que hizo el Observatorio del Derecho Social de la CTA – Autónoma. Cuando uno lee ese texto lo lleva a pensar que hay situaciones que atrasan no uno, por lo menos dos siglos. En Jujuy hay un gobierno radical que responde a Cambiemos y en Salta, un gobierno que ganó por el Frente para la Victoria. Ambos defienden la concentración y la extranjerización del sector.
– ¿Cuál es la situación de los sindicatos hoy en el sector?
– Los trabajadores han enfrentado esta dura realidad con mucha valentía en los últimos años. Recuperando organizaciones como la del ingenio Ledesma, la del ingenio El Tabacal, La Esperanza, San Isidro y toda esa zona de la industria azucarera que están organizados dentro de la CTA Autónoma. Hubo un proceso de recuperación de las organizaciones sindicales que han ido peleando para transformar esa realidad y, de hecho, algo cambió. En el ingenio El Tabacal hubo una huelga histórica de 75 días enfrentando a los capitales extranjeros que explotan el ingenio y que terminó con una represión al pueblo que apoyaba a los trabajadores. Bastones, balas de goma, enfrentamientos. Y aun así se logró un gran triunfo porque se eliminó el cuarto turno y se mejoró un 41% el salario. También se logró la presencia como querellantes de los trabajadores de Ledesma, empresa de la familia Blaquier.
Este cambio cualitativo que hicieron los trabajadores es castigado por un triángulo que incluye: Gobierno, Justicia y es promovido por la patronal. Lo que conduce a la criminalización de la protesta. El compañero Mario Cuenca, secretario general del ingenio San Isidro, tiene abiertos 47 procesos penales. En El Tabacal los dirigentes ya ni cuentan los procesos que se llevan en su contra. En Ledesma es el ministerio de Trabajo el que sanciona con multas millonarias al sindicato por no acatar una segunda conciliación obligatoria continuada, lo que es ilegal e inconstitucional. Pero esto hay que verlo como el resultado de la organización de los trabajadores para cambiar su realidad.
– ¿La denuncia por persecución judicial va dirigida a los gobiernos provinciales?
– No, el reclamo es a todos: al Gobierno Nacional, a los provinciales, al Poder Judicial y, por supuesto, a las empresas que los trabajadores enfrentan todos los días. Pero es evidente que hay una anuencia del Ministerio de Trabajo nacional con respecto a las normas que se aplican.
Paralelamente el mismo Ministerio de Trabajo está postergando la organización de la Federación Azucarera Regional (FAR). Porque la industria azucarera tiene desarrollos en Salta, Jujuy, un polo muy importante en Tucumán y otro más pequeño en Santa Fe. En Tucumán se reorganizó la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar y en Jujuy y Salta hace 20 años que está intervenida la FAR. Entonces los trabajadores exigen que les permitan reorganizarla porque si bien todos los sindicatos están dentro de la CTA Autónoma, la organización de la Federación sería muy importante para enfrentar a estas patronales que son, en su mayoría, transnacionales. La única que tiene un capital nacional es Ledesma de la familia Blaquier, pero es una empresa argentina trasnacionalizada.
Fuente: www.notas.org.ar
De Gennaro: “La situación de los trabajadores azucareros atrasa dos siglos”
02/12/2016