Unidad Popular manifiesta su profundo pesar ante el fallecimiento del compañero militante e incansable luchador por los Derechos Humanos Carlos Slepoy.
Muchos de nosotros/as compartimos en el marco de la Central de los Trabajadores de la Argentina, la presentación judicial que junto a él, y patrocinados por él, realizara la Central ante el Juez Garzón en España. Presentación ésta que permitiera, en el marco de los indultos y la oscuridad menemista, categorizar como Genocidio los crímenes de la dictadura militar. Su aporte militante en el campo de la Teoría Jurídica para la aplicación del Principio de Jurisdicción Universal en la persecución judicial de los genocidios, marcó una huella imborrable para la construcción de los cimientos de los procesos de democratización a nivel mundial.
Perdemos un compañero enorme e insustituible, que derrochaba afecto y compromiso con la emancipación de nuestra patria y que fuera un baluarte de la lucha antidictatorial para toda América Latina.
A continuación transcribimos, como mínima reseña de su vida, los fundamentos del Proyecto de Ley que nuestro compañero Fabio Basteiro (Presidente de UP CABA), presentara en el año 2013 en la Legislatura de la Ciudad y por el cual Carlos Slepoy fue declarado Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de los Derechos Humanos.
¡Hasta la Victoria Siempre Carlos Slepoy!
¡30.000 detenidos desparecidos presentes Ahora y Siempre!
FUNDAMENTOS PROYECTO DE LEY
Señora Presidenta:
El Dr. Carlos Slepoy nació en Buenos Aires el 2 de octubre de 1949. Licenciado en derecho por la Universidad de Buenos Aires en 1975, formaba parte de un grupo de abogados jóvenes que habían decidido poner estudios jurídicos en distintos puntos de la provincia para asesorar a delegados gremiales. Eran doce, de los cuales cinco fueron secuestrados y se encuentran desaparecidos: Oscar Di Dío, Adolfo Chorni, Alberto Antebi, Nora Hochman y Alberto Podgaetsky.
Slepoy, fue detenido el 15 de marzo de 1976 -nueve días antes del golpe de Estado- en una confitería del barrio porteño de la Chacarita. El grupo que lo detuvo estaba integrado por marinos de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Durante su detención en la ESMA fue torturado y sufrió simulacros de fusilamiento. Posteriormente fue trasladado al edificio de Coordinación Federal y al poco tiempo recayó en el Departamento Central de la Policía Federal. Después de días de torturas fue trasladado al penal de Villa Devoto, y posteriormente a la Unidad Penal N°9 de La Plata no por eso dejando de sufrir diversas torturas físicas y psicologías.
Mientras tanto su ex mujer Andrea Benítez fue secuestrada cuando salía de visitarlo del Departamento Central de la Policía Federal. También su hermana, Silvia, sufrió un secuestro y estuvo detenida cinco días en el centro clandestino ‘Club Atlético’.
Durante toda su detención, Slepoy estuvo bajo responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional, que le denegó el exilio. El decreto 423 de 1977 fundamenta la detención del abogado y de decenas de presos políticos que también habían pedido dejar el país en que “podrían poner en peligro la paz y la seguridad de la Nación en caso de permitirse su salida del territorio nacional”. Finalmente, fue expulsado del país y salió en libertad de en octubre de 1977.
Se radicó en España ejerciendo la profesión de abogado desde 1979 dedicado, fundamentalmente, al derecho laboral y de seguridad social. Desde entonces, viene desarrollando una profusa actividad política en defensa de los derechos humanos. Ha participado de distintas actividades, investigado y publicado artículos relacionados con la aplicación efectiva del principio de Jurisdicción Universal en la persecución judicial de genocidios y crímenes de lesa humanidad.
Fue presidente durante 10 años de la Asociación Argentina Pro Derechos Humanos en Madrid, institución fundada en 1989. Es miembro de la Asociación Libre de Abogados de Madrid y fundador de la Casa Argentina de Madrid.
Galardonado con diversos premios por su labor por la Justicia, Carlos Slepoy ha sido conocido en la escena internacional por su acción legal para juzgar a genocidas y criminales en serie como el dictador chileno, Augusto Pinochet, que gracias a su labor fue detenido en 1998 durante un viaje al Reino Unido para una intervención médica.
Durante el 2008 fue premiado por la Asociación de Derechos Humanos de España, con el Premio Internacional de Derechos Humanos. En reconocimiento a una vida dedicada a la defensa, no solo en la Justicia, de los más desfavorecidos socialmente en el 60º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por todo lo expuesto solicito la aprobación del presente proyecto de Ley.