«En gran parte del país es más probable perder todo bajo el agua (hasta la vida), que como consecuencia de “delitos”.
Las inundaciones se repiten; en algunos lugares, las lluvias de hoy se suman a las de hace unos meses. Campos enteros se transforman en lagunas. Casas, muebles, recuerdos, documentos, herramientas, destruidos. Ciudades y pueblos aislados.
«Se pierden millones en cosechas, rutas, ganado y otros bienes. Pero la prevención o atención de estas tragedias, no forma parte de ninguna estrategia de gobierno. Las consideramos excepcionales. Los noticieros repiten… xx sufre la peor inundación de su historia…el mismo título, una y otra vez.
«Estas catástrofes no suelen entenderse, nombrarse, como un problema de seguridad. No es inseguro vivir en lugares que serán arrasados por las aguas en pocas horas!??
«Campañas solidarias, pañales y lavandina, mosquitos y alimañas haciendo las suyas. Funcionarios y periodistas con botas, hablando con damnificados. Declaraciones de emergencia. Sol … y vuelta a empezar. A seguir deforestando los pocos bosques que quedan, extendiendo el monocultivo y construyendo barrios cerrados en humedales o planicies de inundación. Algún ingeniero iluminado solucionará todo con “obras” que costarán cifras millonarias que algún organismo de crédito internacional nos dará en préstamo.
«Seguiremos defendiendo el agua, los ríos, los bienes naturales, aunque suene anti-progreso, porque es defender los derechos de los pueblos».
*Secretaria de Ambiente y Bienes Comunes de Unidad Popular