Los grupos empresarios gritan ¡sovietización! ante el más elemental intento de aplicar las propias reglas de funcionamiento del capitalismo y permitir que cualquier accionista tenga participación en el Directorio de una empresa.
Pero además, quienes defendemos esta medida, tenemos que aclarar la confusión del gobierno acerca de que dichos fondos no son del Estado, sino de los trabajadores y por ello, la custodia de los mismos debe ser ejercida por un ANSES democratizado donde los trabajadores y los jubilados compartan la conducción del organismo con el Estado.
Así como decimos que el ANSES puede poner Directores en las empresas, también decimos que no es razonable que el ANSES use recursos con objetivos que no son de orden previsional como cubrir los faltantes de caja del Tesoro o pagos de deuda pública. Es incongruente que se promueva esto por medio de un DNU cuando está en funcionamiento el Parlamento Nacional.
Efectivamente estamos acostumbrados a que los grupos empresarios más importantes de nuestro país griten exasperados ¡chavismo! ¡estatización! ¡sovietización de la economía! ante el más elemental intento de aplicar las propias reglas de funcionamiento del capitalismo. En este caso, por ejemplo, se trata de aplicar la ley de sociedades y permitir que un accionista (el que fuere) pueda tener participación en el Directorio de una empresa en línea con el porcentaje de capital que detenta sobre la misma. Por ende, resulta ridícula la actitud empresarial frente a esta situación. Menos aún que transformen esto en una cuestión judicial.
Sin embargo, resulta casi trágico que quienes vemos como adecuado avanzar con Directores que custodien los fondos previsionales invertidos en las empresas, tengamos que hacerlo en el marco de las confusiones conceptuales y las incongruencias formales que suelen caracterizar al presente gobierno. La confusión conceptual en que el gobierno habla de esto aludiendo a los fondos del Estado ¡Falso! No se trata de fondos del Estado sino de fondos previsionales constituidos total o parcialmente por aportes de trabajadores. Por ende, del mismo modo que decimos que el ANSES puede poner Directores en las empresas, también decimos que no es razonable que el ANSES subordinado a la lógica oficial, use recursos (Ej.: los dividendos de las acciones) con objetivos que no son casualmente de orden previsional. A saber, cubrir los faltantes de caja del Tesoro; pagos de deuda pública, estrategias de política económica y social.
Entendemos que las prioridades para el ANSES actual son cancelar las deudas previsionales y garantizar la mejora en los haberes teniendo como objetivo el logro del 82% móvil. Por ende, la custodia de estos fondos que no son del Estado sino que les pertenecen a los trabajadores y a los jubilados debe ser ejercida por un ANSES distinto al actual. Un ANSES democratizado donde los trabajadores y los jubilados compartan la conducción del organismo con el Estado.
A esta confusión conceptual se le agrega la incongruencia formal de promover esto por vía de un Decreto de Necesidad y Urgencia cuando se encuentra en funcionamiento regular el Parlamento y allí podría darse la discusión. El argumento que asocia la necesidad y la urgencia a que estamos sobre el momento de discusión de los balances en las empresas (y por ende estableciéndose el reparto de dividendos) es poco serio, ya que hace años que se sabe esto y recién ahora apareció el Decreto 441. En realidad el desprolijo avance en este tema tiene que ver con las urgencias fiscales del gobierno nacional (marzo cerró con déficit del Tesoro pese al uso de más de $2.000 millones de utilidades del Banco Central).
En síntesis, el Gobierno tiene urgencias fiscales y no le preocupan las urgencias previsionales. Por eso hace las cosas de este modo desprolijo e impresentable. Poco le importan las urgencias de nuestros jubilados.
Ante esto proponemos:
a) Custodiar el uso de los fondos previsionales avanzando con Directores en las empresas
b) Democratizar el ANSES
c) Tratar nuestros temas en el Parlamento Nacional
Claudio Lozano