Comunicado antes la grave situación que padecen los vecinos de la zona portuaria de San Nicolás gracias a los emprendimientos contaminantes emplazados en el lugar que actúan sin control estatal.
Por Unidad Popular San Nicolás
Un día como hoy, hace 18 años, en la Empresa Atanor se producía un escape de un producto tóxico de gran peligrosidad llamado monocrotofos, el mismo formó una densa nube y llenó de olores a los barrios cercanos. Días después, el sábado 7 de enero de 1995, ocurrió otro escape de la misma empresa, esta vez de un producto llamado trifluralina.
Muchas fueron las gestiones realizadas por las distintas autoridades políticas y vecinos en general. Lamentablemente, sólo quedan de aquellos accidentes químicos notablemente silenciados los relatos de los vecinos que cuentan la infinidad de secuelas como el aumento de las enfermedades cancerígenas, olores insoportables, deterioro del medio ambiente, etc., que tuvieron que soportar debido a esos escapes.
Parece ser que hoy como ayer no aprendemos nada y la historia se vuelve a repetir. Muchos son los días que nubes de distinto color sobrevuelan el cielo de los vecinos de la zona sur, que no pueden entender que ante la gravedad de los hechos sólo les queda resignarse ante la total indiferencia de las autoridades municipales que no se definen a tomar el toro por las astas y hacer lo que deben hacer. Y ante un empresariado que avanza sobre los barrios adyacentes con enormes silos para acopio de fertilizantes o con playas para acopio de minerales o para estacionamiento de cientos de camiones que, amparados en la impunidad que le otorga el silencio de los organismos del Estado responsables del cuidado del medio ambiente, no tienen ningún reparo en manifestar, por ejemplo, «que el abundante polvo amarillo que se depositó la semana pasada en numerosas viviendas del Barrio Agua y Energía era algo parecido al polen».
Esto no termina ahí. Casi como burla para los vecinos, vemos como las autoridades portuarias en la persona de su director, Luis Herrera, y las autoridades de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional San Nicolás, en la persona de Aroldo Avetta, salen a decir por todos los medios que el aire de la zona portuaria se encuentra en óptimas condiciones y que prácticamente no existe contaminación. Para ello, se basan en un «Programa de Monitoreo de Calidad de aire». Este programa tuvo origen por 2006, cuando vecinos y organizaciones sociales ambientalistas, luego de dar una intensa y constante pelea porque se realizaran estudios del aire de la zona sur, lograron que las autoridades provinciales se dignaran a lanzar este programa. Pero como pasa muchas veces, lo que pareció bueno tuvo y tiene su lado oscuro: fue puesto como responsable de este Monitoreo el decano de la UTN, Avetta, quien a su vez es asesor ambiental de muchas de las empresas de la zona portuaria, por lo que pasaba a ser juez y parte en esta cuestión. Este poco ético hecho fue evidenciado rápidamente por las ONGs y expresado a las autoridades provinciales correspondientes, y se propuso que se formase un equipo de control con la participación de todas la partes involucradas para darle mayor transparencia al Programa de Monitoreo.
Nada de eso ocurrió y hoy vemos cómo autoridades portuarias y de la UTN salen a decir que los resultados del «Programa de Monitoreo de Calidad del aire» fueron excelentes y que el aire de la zona esta en óptimas condiciones.
La situación se torna mucho más grave aún cuando vemos que los auspiciantes de este Monitoreo son todas la empresas que por años venimos denunciando como contaminantes de los barrios del lugar.
Los vecinos no cuentan con los recursos para rebatir los falsos resultados que dicen tener los encargados del Monitoreo o las declaraciones irreales que hace el director del Puerto local, pero sí notan que cada día padecen más enfermedades, pueden ver a diario como las calles están llenas de fertilizantes que después vuela para sus casas, miran al cielo y observan nubes de distintos colores provenientes de las empresas, los olores se tornan insoportables y ni hablar del abuso de centenares de camiones que se estacionan a metros de las viviendas.
Seguramente que esas situaciones no son tomadas en cuenta por Herrera y Avetta para incluirlas en el informe que inescrupulosa y burlonamente salen a decir sin ponerse colorados.
Por ello es que desde Unidad Popular en el FAP queremos dejar bien sentada nuestra postura ante la situación ambiental de nuestra ciudad en general y de la zona portuaria en particular y decimos que la misma es de extrema gravedad, hoy como ayer el riesgo de accidentes químicos es totalmente real y posible.
Vemos como las autoridades en todos los niveles no toman seriamente la situación y se encargan de mentir a la sociedad con el sólo objetivo de seguir permitiendo la radiación de estos emprendimientos contaminantes en medio de nuestros barrios.
Por lo expresado, exigimos a nuestras autoridades políticas que se pongan al frente de los reclamos de los vecinos de San Nicolás y proponemos la inmediata constitución de una Comisión conformada por autoridades provinciales, municipales, de la UTN, ONGs ambientalistas y vecinos de la zona que deseen participar para así, en conjunto, superar los mezquinos intereses de inescrupulosos empresarios que no vacilan en sacrificar la calidad de vida de los vecinos en aras de obtener rápidas y multimillonarias ganancias.
De no ser así, los hacemos totalmente responsables de todos los daños producidos a los vecinos del lugar.
UP denuncia peligro de accidentes químicos en San Nicolás
02/10/2012