Rafael Soria, referente de Unidad Popular en el FAP de General San Martín continúa recorriendo los barrios del distrito. En ésta oportunidad, visitó el Barrio Libertador donde vecinos y vecinas del lugar acercaron diferentes inquietudes.
«Sin dudas el flagelo de la inseguridad sigue presente en las charlas que hemos ido teniendo ya que en el barrio se quejaron porque no se puede ni tomar el colectivo tranquilo para ir a trabajar», explicó el dirigente, ya que hay una escasa presencia policial. Además, “el transporte municipal (Línea 670) en las horas pico se dificulta y no paran”, relató un vecino.
Por otra parte, las zonas demandantes de obras públicas son Eva Perón y Pinares donde se inunda ante la más diminuta lluvia. La avenida Libertador se deteriora en los cruces de las calles Las Violetas, Jazmín y Pensamiento, y el municipio no se ocupa por lo menos de mejorar mencionada avenida, la cual recibe intenso tránsito a diario.
El CAP Nº 6 (salita 6) ubicada en El Pensamiento y Eva Perón carece de servicio de pediatría permanente, se quejó una mamá, por lo cual muchas veces llevan a sus hijos a que se los atienda en el Hospital Bocalandro del municipio vecino. «Tenemos los chicos enfermos y nos dan turno para 2 o 3 semanas más adelante», dijeron. También manifestaron que cuando se llama al SEM (Servicio de Emergencia Municipal) dicen que no tienen ambulancias disponibles.
«Las luces del lugar las rompen para juntarse en las esquinas, y la municipalidad no las arregla -irrumpió una adolescente-, Tampoco se puede ir a la plaza de la entrada ya que rompieron hasta los juegos para los chicos».
Los impuestos aumentaron y las obras y mejoras no se ven. No hay adecuada limpieza, y el camión municipal para juntar ramas aparece cada tanto dejando acumulada la basura del lugar. Cuando hay feria los fines de semana, la Municipalidad no pasa luego a limpiar y eso ocasiona que se tapen algunas bocas de tormentas también. «El camión atmosférico tampoco aparece, y cuando lo hace te dicen que llames, te dan el turno pero después no vuelven, o regresan a los seis meses», se quejaron.
Por otro lado, siguen faltando las cloacas, y por donde sí pasan después hay que pagar la conexión a la calle.