La diputada de UP repudió en la cámara la falta de control de los arrestos domiciliarios a represores condenados por crímenes de lesa humanidad.
«Ya el año pasado recibimos en el despacho a familiares de víctimas de la Noche de los Lápices, consternados e indignados por la fuga del represor (Juan Miguel) Wolk, quien fuera responsable del Centro Clandestino el Pozo de Banfield, donde estuvieron secuestrados los jóvenes desaparecidos en 1976», indicó la legisladora de Unidad Popular (UP) por la Provincia de Buenos Aires, Graciela Iturraspe, en su proyecto de resolución.
«Wolk se dio a la fuga justo cuando se le iba a revocar la detención en su domicilio, ahora se conocen nuevos casos, y no es repudiable, esto se debe cambiar», concluyó la legisladora.
Este proyecto ha sido acompañado por los diputados Víctor De Gennaro y Virginia Linares.
Entre los fundamentos se cita que en el ex policía Wolk, que afronta varias causas por crímenes de lesa humanidad, había sido beneficiado con el arresto domiciliario en la ciudad bonaerense de Mar del Plata.
Los organismos de Derechos Humanos reclaman más controles con este tipo de prisión, ya que a principios de este año también se conoció que Catalina de Sanctis Ovando, una hija de desaparecidos que recuperó su identidad cuatro años atrás, se cruzó en la calle con su apropiador, condenado a prisión domiciliaria.
Además se conoció en enero último, por un video de la agrupación HIJOS, que el médico que atendía partos clandestinos, el represor Jorge Luis Magnacco paseaba por un shopping del brazo de su mujer y caminaba por las calles de Barrio Norte, burlando la detención en su domicilio.