Julio Fuentes y Claudio Lozano encabezaron un encuentro político de UP en el oeste neuquino. Lozano explicó que el objetivo es construir un espacio que aglutine a distintos sectores políticos y sociales para los comicios de este año y de 2015.
“Somos una experiencia política que viene trabajando en la construcción de un frente que nos permita sintetizar culturas históricas de la Argentina dentro del Frente Amplio Progresista”, dijo Lozano en declaraciones a este diario. Explicó que dentro del partido hay referentes del radicalismo, del socialismo y del peronismo y “las nuevas experiencias sociales aportaron mucho al proceso de cambio de la Argentina durante el último siglo”.
Nueva fuerza
Lozano, quien se mostró acompañado por el diputado de UNE, Raúl Dobrusín, consideró que es necesario conformar una nueva fuerza que se asiente en sectores populares y trabajadores “como base para fortalecer el proceso de cambio”. El legislador, quien se diferenció del gobierno nacional por las políticas sociales y económicas que viene aplicando desde los últimos años, dijo que de nada sirven las fracturas de estos sectores y que es fundamental la unidad para disputarle el poder al kirchnerismo.
Lozano puso énfasis en sus críticas en la política energética que viene aplicando el gobierno nacional y que amenaza a provincias productoras como Neuquén. “Neuquén es una provincia amenazada por las estrategias que se van dibujando desde el plano nacional de manera cada vez más precisa en la lógica oficial, que si no la modificamos tiende a consolidar un patrón productivo donde la soja y los hidrocarburos no convencionales van a ser los encargados de garantizar las divisas para financiar un esquema productivo muy limitado y con un bajo nivel de desarrollo tecnológico”, sostuvo. Indicó que el país tiene que aprovechar lo que le queda de renta hidrocarburífera para replantear su matriz energética y diversificarla. “No podemos tener el 90 por ciento del esquema energético basado en hidrocarburos y gas”, sostuvo.
Críticas al modelo
El diputado nacional también criticó el modelo económico que viene implementando el Gobierno y que generó un estancamiento en el crecimiento en los últimos dos años. “La Argentina agotó su fase de crecimiento y ha ingresado en una fase de estancamiento, y en un contexto de 25 por ciento anual de inflación. En ese marco hay un proceso de deterioro del poder adquisitivo de buena parte de aquellos que dependen de ingresos salariales”, explicó. Además, aseguró que el Gobierno todavía “no resolvió el cuadro social que es muy delicado”.
“La mitad de la fuerza laboral está fuera del circuito laboral formal si uno suma desocupados, cuentapropistas y trabajadores en negro. Ocho de cada 10 trabajadores ganan menos de 6.000 pesos y el ingreso promedio son 3.400 pesos, y la canasta alimentaria real no baja de 7.000 pesos”, indicó el legislador.
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