En el local Unidad Popular en la comuna 15, ubicado en las primeras cuadras de la calle Gurruchaga, se reunió una parva de vecinos convocados para una charla y debate sobre un asunto pilar de nuestra ciudad: la basura. De la mano del Comunero Carlos Méndez, el encuentro presentó el Proyecto para el Reciclado Integral de los Residuos Sólidos Urbanos, “aspiramos a lograr aplicarlo a la Comuna 15 y que basado en buenos resultados, este modelo pueda replicarse a todas las Comunas, y ser un sistema integral para la Ciudad y, lo que es muy importante, sin sin ningún tipo de aporte de recursos por el Gobierno porteño”, afirmó el anfitrión.
La primera etapa del proyecto, explicaba Osvaldo Rodríguez, integrante de la comisión de ambiente de la Comuna, “consiste en armar una cooperativa junto con los recicladores urbanos e, idealmente, los vecinos; una Cooperativa Comunal con control social disponiendo un terreno de entre 5.000 a 10.000 metros cuadrados para hacer clasificación y reciclaje los residuos inorgánicos, únicamente, producidos dentro del territorio comunal”.
Por otro lado, esas instalaciones podrían “tener espacio para la industrialización posterior, dándole un volumen que le permite ser autosustentable económica y ecológicamente sin recibir subsidio del Gobierno”.
El concepto de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) es muy interesante, pues refiere a todos aquellos que se producen dentro de una ciudad o pueblo, producto de la vida y el hacer cotidiano urbano. En este sentido, el principal enfoque del encuentro “Hablemos de Basura o Riqueza Perdida” fue, no solo encontrarle solución a la acumulación de basura y su recolección, sino el potencial valor de estos recursos.
Respecto a los residuos orgánicos, es decir, aquellos que sufren el proceso de biodegradación, el proyecto plantea, continuó explicando Rodríguez, “hacer una única planta de Bio-gas para procesar todos los Orgánicos de la ciudad, que ocuparía entre 6 a 7 hectáreas, el 0,03% de la superficie de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que podría estar ubicada en el sur de la ciudad”. Este emprendimiento contemplaría un amplio abanico de posibilidades “produciendo diariamente 360.000 metros cúbicos de biogas cogenerando, lo que se traduce 900 Mw de energía eléctrica por día, más 1.500 toneladas de biofertilizante, la posibilidad de extraer 100.000 metro cúbicos de dióxido de carbono, muy útil en la industria, entre otros beneficios”. En concreto, “una usina de 900 Mw de energía eléctrica permitiría autoabastecer a la ciudad de energía a toda la red de luminarias publicas incluido los semáforos, que es aproximadamente 470 Mw por día”, concluía la elocuente presentación de Osvaldo Rodríguez.
“Se demuestra que el reciclado de RSU de la ciudad tiene solución con generación de puestos de trabajo y se cae el mito que es necesario utilizar las tierras de la provincia de Buenos Aires para enterrarlas», afirmó el comunero de UP Carlos Méndez. En este sentido, Méndez y Rodríguez hicieron una rápida ecuación. “Aunque no sea necesario, si el Gobierno de la Ciudad montara toda la infraestructura, maquinarias y vehículos por única vez y se resarciera del valor de esa inversión al ahorrarse de los pagos al Ceamse por tonelada de enterramiento, entre 1 año y medio a 2 años recuperaría todo el dinero convirtiéndose sustentable”.