La militancia del FAP platense respaldó la posición de UP de fortalecer la experiencia frentista por fuera de las estructuras tradicionales.
Por Carlos Fanjul*
La militancia del FAP de la ciudad de La Plata brindó un fuerte respaldo a la posición de Unidad Popular de trabajar para fortalecer esta experiencia frentista, nueva en la Argentina, y para marchar hacia la concreción de un armado político que, por fuera de la estructuras tradicionales, lleve al país hacia una práctica de igualdad y participación popular.
Lo vivido en el masivo plenario de militantes platenses, junto a las máximas autoridades provinciales del Frente, fue un paso adelante de indudable valor para nuestro posicionamiento fundacional, pero sobre todo de utilidad para el debate que están dando otras fuerzas que integran el FAP provincial que aún no han tomado una resolución definitiva respecto de la política de alianzas para las próximas elecciones.
Casi sin que se escuchen voces en contrario, la militancia del FAP de La Plata no se anduvo con vueltas a la hora de rechazar la posibilidad de que la UCR se acerque al espacio creado en 2011, tal cual andan fogoneando los medios de comunicación, que en realidad apuestan al sostenimiento de estructuras partidarias, que le garanticen la condición de ser meros gerentes de los intereses políticos y económicos que conducen a la Argentina.
Desde nuestro partido, coincidimos con las voces escuchadas en cuanto a que “no podemos repetir viejas formulas que han llevado el país al derrumbe”, o a que “el FAP debe rescatar la política como un espacio de militancia. Como un lugar donde las transformaciones se logren a través del aporte colectivo y para terminar con el bipartidismo que sólo viene aportando estructuras vacías de toda intención transformadora”.
Como queda expresado la definición de la política de alianzas del Frente aún necesita de la resolución provincial de dos de las fuerzas que lo integran, como son el GEN y el Socialismo, que aún mantienen ese fuerte debate bonaerense.
En la ciudad de La Plata ambas fuerzas coincidieron claramente con la firme postura de la UP, en cuanto a que la actual es la hora de fortalecer la identidad de este Frente, que ha sido respaldado por la sociedad como una alternativa de poder, y no como una estructura más de la vieja política.
Es de esperar que el ejemplo de La Plata sirva para que los militantes del FAP profundicen el debate y se inclinen hacia la consolidación de una experiencia política que se termine de instalar como la posibilidad firme de que en política no alcanza con hablar de progresismo, sino que resulta imprescindible mostrar en la práctica que podemos volver a ser felices construyendo un país de iguales, en el que todas las voces resulten importantes de ser escuchadas y en el que “ser pibes vuelva a ser un privilegio, ser trabajadores resulte un derecho y ser viejo una bendición”, como decía el recordado Carlitos Cajade.
*Referente de Unidad Popular La Plata.
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