El Senado sancionó hoy 30 de septiembre, por una diferencia de apenas dos votos, la ley de protección de los glaciares y de su zona adyacente en la versión corregida por la Cámara de Diputados, que contempla mayores exigencias a las explotaciones mineras de las regiones próximas a las fuentes de agua.
Los senadores votaron en dos oportunidades, con un resultado exacto, después que el dictamen de mayoría (versión del Senado) perdió por 35 a 33 la compulsa inicial, y luego con la aprobación del dictamen minoritario (texto de Diputados), por el mismo número de sufragios.
El debate demandó más de ocho horas, con 40 oradores, y concluyó a as 4 de la madrugada, tras iniciarse a las 20 del miércoles, cuando terminó la aprobación de legislaciones sobre seguridad y acceso a la información pública.
La mayor sorpresa de la noche la aportó el anuncio del titular del bloque oficialista, Miguel Pichetto, quien expuso que la presidenta Cristina Fernández «en ningún momento me impuso condiciones» y consideró que «el mejor proyecto es el que viene de Diputados, porque tiene un mayor trabajo y un mayor desarrollo».
Sostuvo que adoptó la decisión después de que la jefa del Estado afirmó que no vetaría ninguna de las leyes que aprobara el Congreso, consideró que la iniciativa de la cámara baja «no es una ley antiminera» y argumentó que su posición era compartida por los intelectuales de Carta Abierta y otros sectores que respaldan la gestión del Gobierno.
El tema de glaciares fracturó la posición de los principales bloques, por lo que tanto el Frente para la Victoria (FpV), decidió dar libertad de acción a sus legisladores y la Unión Cívica Radical (UCR) debió aceptar la disidencia de dos catamarqueños.