Calor en Ciudad de Buenos Aires es sinónimo de cortes de luz. Miles de vecinos pierden la comida que hay en sus heladeras, otros tantos que viven en pisos altos quedan prisioneros en sus departamentos por no poder bajar por escaleras y a medida que pasa el día, el tanque se vacía y se quedan sin agua.
Historia repetida. Explicaciones dadas hasta el hartazgo. Pero ahora comenzó a entrar en juego un elemento muy peligroso, la gendarmería.
Vale decir que esta semana, en medio de una nueva crisis energética, los vecinos se encontraron con que muchas sucursales de Edesur estaban cerradas, “cerradas por tiempo indefinido”, decían los carteles pegados. También había la dirección de una sucursal que sí atendía al público, Perón al 800.
Allí para la sorpresa de muchos estaba la cortina baja y una puerta abierta donde una empleada escoltada por dos gendarmes armados con armas de fuego y cachiporras decía quién podía o no pasar. Dentro del local SE VEIA, como mínimo, a 5 gendarmes.
Todo aquel que se quería colar para explicar su problema era sacado a empujones por la gendarmería, y todo aquel que lograba entrar y levantaba la voz era amedrentado por la misma fuerza militar para que bajara la voz o lo echaban del local.
A las 13 horas, con una temperatura que superaba los 30 grados, los damnificados por falta de luz, seguían haciendo cola bajo el sol, en condiciones degradantes, mientras esperaban que la puerta metálica se abriera para que saliera un usuario y entrara otro.
Para colmo, cuando la gente comenzó a gritar que quería luz, salieron 3 gendarmes a la calle para apaciguar el enojo.
Acá estamos frente a lo de siempre. Las fuerzas militares defendiendo a la empresa capitalista. Lo mismo ya pasa con las luchas de los trabajadores. Y todos sabemos que esas fuerzas tarde o temprano terminan reprimiendo. De ahí el peligro que se militaricen las relaciones comerciales entre usuarios y empresas, para ponerse a favor de los grandes capitales que lucran con el extractivismo en la ciudad y generan una infraestructura edilicia mucho mayor de lo que la ciudad puede soportar.
Unidad Popular – Comuna 6