Bajo un calor casi insoportable, miles de compañeros y compañeras que forman parte de la CTA y la Multisectorial, se dieron cita en el Obelisco para, desde allí, marchar al edificio de la cartera que comanda Carlos Tomada, en la avenida Paseo Colón. Mientras algunos ya se buscaban agua para refrescarse, otros hacían sonar los bombos que sacaban de la modorra a la tardecita porteña. Distintos dirigentes y compañeros buscaban la poca sobra que podía ofrecer el Obelisco a esa hora previa a la caída del sol.
Entre ellos se encontraba Pepe Peralta, Secretario General de la CTA Capital, quien brindó algunas precisiones sobre esta jornada de lucha: “estamos concentrados en el Obelisco para marchar hacia el Ministerio de Trabajo, reclamando en principio la reapertura de la mesa del Consejo del Salario Mínimo, donde exigimos un mínimo de 12227 pesos para todos los trabajadores formales e informales, los jubilados, y para todos los planes sociales. Además, que se cumpla el 82% móvil y una recomposición salarial del 40% por el atraso que tenemos en base a la inflación. Todo esto más allá de la eliminación de la Ley Antiterrorista y de la criminalización de la protesta. Por eso hoy la CTA vuelve a estar en la calle en todo el país llevando a cabo el plan de lucha que se ha venido fijando hasta que realmente los trabajadores seamos tenidos en cuenta en el proyecto nacional para la recomposición salarial y de las condiciones de trabajo, y poder salir de la precariedad”.
A pocos metros estaba José Luis Matassa, secretario general de ATE Capital, que vestía un chaleco verde sobre su ya casi proverbial camisa a cuadros, quien también expresó algunos de los motivos de esta marcha multitudinaria: “Nos estamos movilizando porque todas las reivindicaciones por las que venimos peleando, ya que los 34 puntos de nuestra CTA no tienen respuesta. Porque comenzamos un nuevo año donde, en el caso del Estado, hay despidos, donde el impuesto a las ganancias sigue tributándose en el bolsillo de los trabajadores, donde la precarización laboral es un hecho que afecta a miles y miles de trabajadores. Que el salario esté en el nivel que indica la canasta básica para poder vivir, que ronda en los 12 mil pesos”. Asimismo, indicó que “todo esto está intacto, porque este gobierno sigue favoreciendo a las grandes corporaciones”.
Ya con la marcha prácticamente en movimiento, y con todo el calor a tope, ése que sólo la clase trabajadora es capaz de generar, pudimos recabar el testimonio de Hugo “Cachorro” Godoy, secretario adjunto de ATE, quien explicó que “es necesario contener, unificar y proyectar todos los reclamos de los trabajadores a lo largo y a lo ancho del país. Las luchas por salarios, por libertad y democracia sindical, las luchas contra la impunidad, y porque en este tiempo en que los distintos representantes del Poder se ponen de acuerdo para seguir apañando a los grupos poderosos que dominan en la Argentina y se lleven nuestras riquezas, hace que los trabajadores tengamos que estar en la calle más que nunca, que fortalezcamos nuestra organización y digamos que ninguna patria soberana podrá construirse si no es con el protagonismo de los trabajadores. y vamos al Ministerio de Trabajo porque es éste, en representación del Gobierno, el que está queriendo poner trabas y límites a la discusión paritaria. Es el que está interfiriendo en los procesos electorales de las organizaciones gremiales de los cuerpos de delegados, porque quieren disciplinar imponiendo la intromisión del Estado. Desde la CTA hemos hecho camino –aseguró Godoy- demostrando que la libertad y la democracia sindical es algo que ha modificado el escenario político, porque la Corte Suprema de Justicia ha tenido que reconocerlo como aspectos fundamentales de la Jurisprudencia en la Argentina. No al intervencionismo del Estado para ponerle límites a las demandas justas de los trabajadores. Ni tampoco para dividir e interferir en los procesos democráticos que son propios de las organizaciones obreras. Sí al protagonismo de los trabajadores para construir una Nación para todos”.
La multitudinaria columna marchó, entonces, desde el Obelisco hasta Trabajo por la Avenida Corrientes, ahí donde están los teatros, que vieron celosos como el espectáculo por una vez estaba fuera de ellos, en la calle. Como siempre, la marea humana en la calle. Sensaciones, cánticos, abrazos, botellas de agua mineral compartidas para mitigar las altas temperaturas. Por lo menos las de afuera. Las que genera el fuego sagrado de clase, empero, se mantenía a tope. Fue en este clima que se llegó frente al Ministerio de Trabajo, donde ya estaba armado el escenario sobre el cual se reunieron los principales referentes de todas las fuerzas y organizaciones convocantes a esta movilización.
Tras varios oradores, tomó la palabra el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, quien calificó a Trabajo como “el Ministerio de la vergüenza, que debería ser orgullo, y es el que más precarización tiene. Inclusive, este Ministerio se dedica, en lugar de resolver los problemas de los trabajadores, a perseguir a los sindicatos y a las organizaciones de los trabajadores”. Aseguró que “interfiere en las decisiones de los trabajadores, que deciden votar por determinados delegados, y el Ministerio de Trabajo, a través de su autoritario titular, desconoce lo que deciden los trabajadores. Decide lo que le manda la Presidenta. Decide lo que le mandan las corporaciones, pero jamás acepta lo que le manda el voto democrático de las compañeras y los compañeros”. Sin embargo, Micheli todavía tenía precisiones más contundentes para cerrar su alocución: Denunciamos por anticonstitucional, por violar la libertad y la democracia sindical a este Ministro, y lo vamos a hacer en la calle, pero también en los foros internacionales a través de nuestra Secretaría Internacional. Vamos a denunciar la intromisión del Ministerio en las resoluciones y en las acciones de cada sindicato. Fíjense –apeló a los presentes- que en un sindicato resuelve que las elecciones se adelantan un año, y en otro, que no es amigo del Ministerio, resuelve que las elecciones hay que hacerlas el día que ellos quieren. Tenemos que rebelarnos frente a estas acciones. Tenemos que hacerlo porque no podemos permitir terminar un gobierno pensando que va a venir otro, que tal vez todavía sea más de derecha que éste, con los brazos caídos. Con derrotas sistemáticas, aceptando que nos van a pasar por encima. Por eso, los convoco a que nos multipliquemos, a que discutamos en asamblea con todos nuestros compañeros y compañeras, y que en conjunto encontremos el camino de la organización, de la unidad y la lucha. En la calle, con mucha lucha, con mucha organización le vamos a torcer el brazo hasta poder alcanzar nuestros objetivos”.