Claudio Lozano, Director del Banco Nación, sostuvo que “ante los mismos ojos de una justicia comercial y penal que parece no querer ver, Vicentín profundiza su estrategia de vaciamiento y saqueo.
En este caso, por diferentes vías, Vicentín ha logrado apropiarse de más de 800 millones de dólares que, en lugar de ir a cancelar las deudas de sus acreedores en el Concurso que tramita en Reconquista, han ido a parar a sus bolsillos y seguramente a sus cuentas en el exterior.
Cabe consignar que estos 800 millones de dólares representan casi el 60 % de las deudas totales que reconoce el Grupo Vicentín.
Esta cifra surge del siguiente modo. Por un lado, 48 horas antes de declararse en cesación de pagos, Vicentín se desprendió del 16 % de las acciones que el Grupo tenía en la empresa Renova. Por esta venta realizada aparentemente por Vicentín Uruguay cuando supuestamente las acciones eran de Vicentín Paraguay, habría obtenido 122 millones de dólares.
Por otro lado, recientemente vendió el Frigorífico Friar por 200 millones de dólares. En este caso, valiéndose de una maniobra de desdoblamiento del Grupo y de traslado de la «cabeza del holding» desde Argentina a Uruguay.
Por último, las investigaciones desarrolladas desde el Banco Nación indican que Vicentín sigue exportando a través de terceras empresas. Dos firmas, Díaz & Forti S.A y Oleaginosa Moreno evidencian un crecimiento exponencial de su presencia exportadora en los rubros de exportación históricos de Vicentín. En el primer caso (Díaz & Forti) empresa rosarina perteneciente al Grupo Olio que hoy alquila las instalaciones de Vicentín, paso de exportar cuatro millones de dólares en 2019 a 212 millones de dólares en el 2020. A la vez, Oleaginosa Moreno Hnos., empresa socia en términos comerciales, financieros y en inversiones conjuntas con Vicentín, pasó de exportar el 14% el año pasado a representar el 24 % del total de exportaciones de harina de soja. Se ubicó así en el primer lugar de los exportadores. Lugar que hasta el 2019 ostentaba Vicentín. Este salto supone unos 300 millones de dólares.
Mientras el Juez Comercial Fabián Lorenzini hace de cuenta que nada ocurre y continúa apañando las irregularidades de Vicentín, el Juez Penal Ercolini dice que no es necesario inhibir los bienes de los dueños de Vicentín ni controlar los movimientos empresarios del Grupo, ya que están vigilados por el Juez del Concurso. Ni uno ni otro intervienen frente a las evidencias de fraude. En la práctica Vicentín se apropia y fuga más de 800 millones de dólares, mientras le paga con bonos a sus trabajadores y sus acreedores (productores, cooperativas y Banca Pública), siguen sin cobrar.