La democracia que recuperamos hace 37 años es, sin lugar a dudas, una democracia imperfecta por cuanto sólo permite la participación del pueblo a través del voto cada dos años. Pero aún no se han desarrollado suficientemente otras herramientas de participación popular como la consulta popular, los plebiscitos, los referéndum, los presupuestos participativos, etc.
Sin embargo, los sectores del poder están permanentemente interesados en menoscabar esta débil democracia, y lo hacen a veces bajo la forma de sutiles falacias destinadas a ser interiorizadas por todos como verdades absolutas. Algo así como las zonceras que tan brillantemente describió Don Arturo Jauretche. Veamos:
“Al pueblo no le interesa votar”. Si analizamos la participación electoral desde 1983 a la fecha en las elecciones presidenciales, veremos que nunca fue menor al 75 %, cifra muy por encima del 62,4 % en la reciente elección de Biden en EEUU, señalada como un récord histórico de participación.
Una sola vez el gobierno nacional convocó a una consulta popular: en 1984 por el conflicto limítrofe con Chile por el Canal de Beagle y allí votó más del 70 % del padrón.
Tres millones de argentinos votaron por ‘Ningún hogar pobre en la Argentina’ en 2001 en la consulta popular convocada desde el Frente Nacional contra la Pobreza (FreNaPo). La propuesta era un seguro de empleo y formación para jefes y jefas de hogar desocupados/as, asignación universal por hijos/as menores de 18 años y para personas en edad jubilatoria sin cobertura previsional.
En las oportunidades en que el pueblo ha sido convocado, no solo participa sino que vota bien, con lo que damos por tierra con otra zoncera: “la gente no sabe votar”.
En 2003 el pueblo de Esquel en la provincia de Chubut rechazó la instalación de un proyecto de mega minería metalífera a cielo abierto en una consulta popular donde el 81% votó por el NO a la Mina.
En 2014 Loncopué, en la provincia de Neuquén, protagonizó una experiencia similar: votó el 73% del padrón y el 83% se pronunció por prohibir la minería a cielo abierto.
El NO a las Represas, consulta auto gestionada por el pueblo de Misiones, rechazó con un contundente 91% la instalación de mega represas hidroeléctricas.
De todas estas experiencias se concluye que los argentinos y las argentinas queremos y sabemos votar.
Podríamos seguir con otras zonceras tales como “sólo puede gobernar la gente que ha estudiado”, “los argentinos necesitamos mano dura” y muchas más que vayamos descubriendo agazapadas para disparar contra la democracia. Pero lo importante es despojarse de ellas, ‘descolonizarse’, diría Isabel Rauber. Una vez que nos hayamos descolonizado estaremos en mejores condiciones para construir más y mejor democracia.
María Lapasset
Unidad Popular Salta