26.09.08
El diputado nacional por la Capital Federal (Proyecto Sur) se sumó anoche a la mesa de debate de Sin Mordaza TV, donde dio una amplia mirada al gobierno de Cristina Fernández, brindando algunas reflexiones de marcada importancia respecto de temas como la inflación, el tren bala y el polémico reparto de subsidios al transporte otorgados a Capital Federal y Gran Buenos Aires en detrimento del interior. Sobre este último punto, el legislador dijo que el Estado nacional otorga los subsidios a los sectores ya consolidados: «Ha habido una orgía de subsidios a través del presupuesto público entre 2003 y este año», remarcó
Claudio Lozano estuvo ayer en la ciudad de Santa Fe disertando sobre distintos temas del orden nacional y ampliando su mirada, inevitablemente, a cuestiones que tocan directamente a la provincia que gobierna el Dr. Hermes Binner.
Marcada tendencia retrospectiva
En una enriquecedora charla, el legislador por Proyecto Sur reflexionó en primera instancia sobre la marcha de la administración a cargo de Cristina Fernández: “En primer lugar hay que tener en cuenta que las condiciones que hicieron posible el crecimiento económico de la Argentina entre 2002 y 2007 hoy ya no están. Ni la coyuntura mundial es la que era, ni las condiciones de sobreexplotación sobre los salarios son las que eran. La infraestructura del transporte de energía que estaba disponible porque la economía estaba paralizada hoy está colapsada, está desbordado el sistema energético. Las empresas tenían capacidad ociosa para crecer sin invertir, pero hoy esa capacidad ociosa está saturada, porque no han habido inversiones que se arrastren de largo tiempo”, comenzó.
“Nada de lo que fue, será –continuó-, porque desde el año pasado, la Argentina ingresó en una fase de desaceleración de su tasa de crecimiento que es un problema, porque seguimos teniendo 13 millones de pobres. No se resolvieron los problemas sociales ni tampoco se consolidó un patrón productivo muy distinto al que teníamos. En ese contexto aparece la crisis mundial compleja ante la cual creo que este gobierno se ha asustado, saliendo a deslizarse peligrosamente por variantes más ortodoxas, como pagarle al Club de París”.
Para el legislador nacional, si había un momento en el cual no había que tomar este tipo de decisiones, es el actual: “Si quiero pagar al Club de París esperando que en este contexto del mundo lluevan inversiones o financiamiento, es un disparate, porque normalmente no funcionan así las cosas. La Argentina no puede esperar nada del mundo, sino consolidar su posición productiva”, dijo, considerando que “hubiera sido más importante destinar 7 mil millones de dólares a un programa de reconstrucción productiva de la Argentina; eso es hacer política en serio, encarando una estrategia de desarrollo con mayores márgenes de autonomía”.
“Este gobierno, lamentablemente, está empezando a dar signos muy elocuentes de que cambia las prioridades. Por ejemplo, la chequera va para afuera, puertas adentro, falseamos las estadísticas, ocultamos a los pobres e indigentes, le negamos la movilidad provisional a los jubilados por una ley absolutamente restrictiva. En este sentido, hay una peligrosa tendencia a ir a cosas que ya vimos”, advirtió Lozano.
“Al haber cambiado todas las condiciones que antes mencioné, el emergente de este cambio de tiempo es la inflación. Si hubiéramos tenido inversiones suficientes en cantidad y calidad no habría inflación, pero como las tuvimos, hay inflación. Y éste es un mecanismo que utilizan los que manejan la economía para preservar sus ganancias extraordinarias luego de que no invirtieron. Y ahora nos piden más subsidios y más ventajas que las que ya tuvieron”, se explayó.
“En lugar de intervenir orientando la inversión hacia los sectores que necesitamos para reconstruir una estrategia industrial en Argentina, el Estado pone los subsidios en los sectores que ya están consolidados. Ha habido una orgía de subsidios a través del presupuesto público entre 2003 y este año. Los subsidios que se pagaron equivalen a 130 mil millones de pesos, los que se asignaron a los sectores más concentrados de la economía local. Acá no hace falta darle plata a los que le va bien, necesitamos abrirle la puerta a inversiones en aquellas actividades que hoy no existen porque fueron destruidas y porque tenemos que reconstruirlas. Este es el punto que hay que seguir, pero que este gobierno ignora”, añadió el economista.
Subsidios marcadamente direccionados
Interrogado por el aumento en $ 4.000 millones que el Gobierno nacional otorgó para el transporte de Capital Federal y Gran Buenos Aires, discriminando al interior, Claudio Lozano insistió: “Los subsidios tienen una direccionalidad que no es ni democrática ni igualitaria. El subsidio se concentra en la región metropolitana, donde el transporte es un desastre, porque se está perdiendo el control del proceso de inversión y, en la práctica, no funciona el sistema de transporte. Se está subsidiando ganancia empresaria de concesionarios de ferrocarriles para ferrocarriles que no funcionan. Entonces hay que preguntarse qué estamos mancando con esos subsidios. En materia de transporte, se está subsidiando el gasoil diferencial para los colectivos, trenes o empresas de aviación. Esto no es subsidio a la gente, si no a las petroleras, porque le pagamos a las petroleras el precio diferencial que le hacen al transporte cuando, en realidad, las petroleras están haciendo ganancias en pala y lo que tendrían que hacer es abastecer a ese precio diferencial sin que lo paguemos nosotros. Esto implica discutir condiciones con los empresarios, y esto es que no hace el gobierno”.
Tren bala, un “disparate total”
En directa relación con el punto anterior, apareció en el centro de la escena el tren bala, sobre el que Lozano dijo: “Amén de que si uno analiza lo que está planteado en detalle se da cuenta de que es una barbaridad, se debería reconstruir un tren que le sirva al conjunto antes de entrar en esta variante del tren bala. Acá se está planteando hacer un tren que en realidad va a costar no 4 mil millones de dólares, sino 12 mil millones; es un tren que no tiene una demanda suficiente como para poder funcionar sin subsidios, por lo que va a tener que ser sostenido con plata pública y va a viajar con un pasaje equivalente al avión, un segmento acomodado de la población. Es un disparate total”.
En tal sentido, Lozano remarcó que con el mismo dinero que se quiere invertir en este proyecto, se podría reconstruir el sistema ferroviario que alguna vez hubo, tanto en materia urbana como en materia de tren de cargas”.
Necesidad de una regulación más democrática
Ante la consulta de cómo se sale de este escenario nacional para nada alentador en materia económico-social, el referente de Proyecto Sur opinó: “Para resolver la inflación hay que discutir tres cosas: primero, nosotros vendemos al mundo cosas que consumimos acá, por ejemplo petróleo y alimentos. Y no podemos seguir en el país la misma tendencia que sigue el mundo porque somos productores; entonces hace falta una regulación estatal que aísle la producción con destino al mercado doméstico de lo que va al mercado mundial. Hay que reconstruir regulación estatal. Segundo tema: hay un conjunto de grupos empresarios que manejan petróleo, acero, papel, químicos, es decir, todos los insumos importantes para la economía están en manos de pocas empresas, ante lo cual hace falta un Estado que regule para que no haya prácticas en donde se fijen los precios por independencia de sus costos. Tercer punto: inversión. El Estado debe intervenir para ampliar la capacidad productiva”.
“Hay que discutir en serio, y eso implica un Estado que regule de otra manera la distribución del ingreso y el proceso de inversión, es decir, que administre la demanda para que consuman menos los que tienen más y consuman más los que tienen menos”, concluyó Claudio Lozano.