➡ La magnitud de la derrota supone múltiples cuestiones. Somos varios los que venimos sosteniendo desde hace un tiempo sin haber tenido mucha escucha en la gestión del gobierno, que el ajuste que se vino practicando en el marco de las negociaciones con el FMI
desde octubre del año pasado para acá y sobre todo en el primer semestre de este año, hasta junio, ha tenido impactos sumamente negativos. Impacto sobre un hecho objetivo que es la dificultad para modificar la situación y las condiciones de vida de la mayor parte del pueblo argentino que se expresa en los niveles de pobreza e indigencia que la Argentina tiene hoy y que son superiores que los que teníamos al momento de que abandonara la gestión el macrismo.
➡ Se discontinuaron el IFE y los ATP y se produjo un ajuste general del gasto corriente de aproximadamente un 13%, y una fuerte contracción monetaria, que se tradujo en un proceso desaceleración y deterioro de la actividad económica. La actividad económica creció hasta enero y a partir de febrero cayó, cayó en febrero, cayó en marzo, en abril, en mayo, recién cuando se pagó el aguinaldo, se reabrieron paritarias y se pusieron en marcha mecanismos de financiamiento del consumo como el AHORA 30, comenzó a recuperarse en parte la actividad económica.
➡ Acá hay un tema de fondo, tenemos una situación muy delicada con un pueblo argentino, donde 5 millones de personas están por debajo de la línea del hambre, lo cual exige recomponer un umbral de ingreso universal para personas en situación de informalidad y desempleo.
➡ Este problema se articula también con otro tema de fondo que es no haber dominado la cuestión de la capacidad monopólica de fijación de precios de algunos grupos empresarios.
➡ Es imprescindible en este sentido, avanzar en una estrategia de control social del sistema de formación de precios.
➡ Estas dos cuestiones, el déficit en materia de ingresos y no tener control sobre la situación inflacionaria son las dos claves del problema. Problema que se inscribe en una situación mayor: el Frente de Todos fue una creación electoral realmente muy importante, inmejorable que permitió desalojar la gestión de Macri del estado argentino, pero nunca se transformó en una fuerza política que discutiera y se organizara en todo el país. Una fuerza en capacidad de incorporar a la gestión pública los distintos matices que la componen, permitiéndole construir una alianza social de gobierno. Sobre todo, dada la presencia importante de organizaciones populares, de trabajadores, organizaciones territoriales, pequeños y medianos empresarios que forman parte del Frente y que hace tiempo vienen señalando la necesidad de modificaciones, rectificaciones y donde la permeabilidad de la gestión gubernamental a estas demandas no ha tenido el grado de escucha que debería haber tenido.
➡ Las tres cuestiones claves acá son recomponer el déficit en materia de política de ingresos, y establecer un control sobre el sistema de precios, en el marco de una gestión que debe abrirse y ser mucho más permeable a las demandas de los trabajadores, organizaciones de pequeños y medianos empresarios, organizaciones territoriales y demás organizaciones de la sociedad argentina.
Claudio Lozano