*Por Jonatan Baldiviezo y María Eva Koutsovitis.
Luego de la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura por parte del Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y del anuncio de los compromisos de gobierno para los años 2022/23, en todas las obras del GCBA en la vía pública, aparecieron carteles con la frase “La Transformación No Para”. Una nueva campaña de marketing urbanístico como parte de la campaña presidencial de Larreta.
Esta frase no es superficial y guarda una verdad esencial de lo que está sucediendo en la ciudad. Desde que el Pro asumió el gobierno de la ciudad, podemos afirmar que estamos frente a una cuarta fundación de la ciudad por la profundidad de los cambios que se impulsan y materializan.
La historia registra que la ciudad tuvo dos fundaciones. La primera, el 3 de febrero de 1536, a cargo de Pedro de Mendoza. La segunda, el 11 de junio de 1580, por Juan de Garay. La “Tercera fundación” de Buenos Aires es la denominación que se otorga a los cambios que impulsó el primer intendente porteño, Torcuato Antonio de Alvear, hacia fines del siglo XIX y principios del Siglo XX. La transformación estuvo orientada a asemejar la ciudad a París (según la estética que el barón Georges-Eugène Haussmann -1809/1891- le había impuesto a la capital de Francia) con la apertura de Avenida de Mayo, las diagonales e importantes obras de infraestructura.
Esta cuarta fundación del Macri-Larretismo se basa en los siguientes ejes arquitectónicos:
– Privatización de todas las dimensiones de lo público (servicios, tierras e inmuebles, normativa, gestión, recursos presupuestarios), y desfinanciación y desarticulación de lo público.
– Un ejercicio del poder público y del gobierno cuasi monárquico. Con sujeción completa de las decisiones de la Legislatura porteña y disciplinamiento de sectores del poder judicial a través de designaciones, ascensos y control del Consejo de la Magistratura. Las Comunas, sin presupuesto propio y con gerencias nombradas desde el Poder Ejecutivo, no tienen relevancia en las decisiones de gobierno. En los organismos de control cuando son colegiados, la mayoría responde al ejecutivo y cuando son unipersonales están a cargo de personas designadas con su anuencia o de su confianza: la Auditoría General, la Sindicatura General, el Ministerio Público Tutelar, el Ministerio Público Fiscal, la Defensoría del Pueblo.
– Entrega de la Planificación Urbana a las corporaciones inmobiliario-financieras. La política de venta de excepciones inmobiliarias a través de la firma de convenios urbanísticos es el extremo de la desplanificación o la planificación de la especulación inmobiliaria. Cada una de las políticas urbanas que se adoptan tienen como trasfondo un negociado inmobiliario.
– Utilización de los recursos estatales para crear un sistema de protección mediática y política.
– Destrucción del patrimonio histórico de la ciudad, de su infraestructura verde (arbolado, humedales, espacios verdes, etc.), de la diversidad cultural y de la identidad de los barrios porteños.
– Concentración del poder económico y del poder territorial al mismo tiempo que se profundiza la precarización de la vida y la desigualdad urbana y espacial.
Los negocios que no pararon en estas últimas dos semanas
En las últimas dos semanas, el GCBA puso a subastar 8 inmuebles de la ciudad en 8 días. Un nuevo récord del Plan Sistemático de Privatización de Tierras Públicas.
Las tres primeras subastas correspondieron a los inmuebles ubicados en las calles Pringles N° 340/42/44 UF 1 y UF 2, y en la Av. San Pedrito 1088. Estas subastas quedaron vacantes por falta de oferentes, pero el GCBA ya dispuso nueva fecha para rematarlos entre el 7 y 8 de abril. El cuarto inmueble está ubicado en la Av. Corrientes N° 5379. La subasta de este predio no se realizó. Todo indica que volverán a ponerlo a subasta durante el 2022.
Los últimos cuatro inmuebles sí se subastaron. Estos terrenos son parte del futuro Parque de la Innovación, un proyecto de 12 hectáreas frente a la cancha del club River Plate, que el GCBA presenta como una “apuesta por la economía del conocimiento y la educación de calidad”.
Estos inmuebles, ubicados en el predio del ex Tiro Federal, fueron subastados por un total de 20 millones de dólares. Dos predios de 400 m2 fueron vendidos el martes 15 de marzo por 5,7 y 5,3 millones de dólares respectivamente. La empresa GMRA S.A se quedó con la Parcela 1 de la Manzana 146D por 5,7 millones de dólares. GMRA S.A es una empresa del Grupo Mirgor, la primera empresa que fundó Mauricio Macri junto a Nicky Caputo. El otro predio subastado, también de poco más de 400 m2, quedó en manos de El Nuevo Aromo SA. Los otros dos predios de 433 m2 fueron subastados de manera conjunta el 16 de marzo, por poco más de nueve millones de dólares.
En total, el gobierno ya lleva recaudados más de 83 millones de dólares por la subasta de 14 parcelas y espera llegar a 250 millones cuando termine de rematar las 32 parcelas en las que está dividido el predio del Parque de la Innovación. Del Silicon Valley porteño a un nuevo negociado inmobiliario.
Los compradores de nuestras tierras públicas gozan de ventajas que nunca podrían haber encontrado en el mercado inmobiliario y en el ámbito privado. Compran los inmuebles en pesos y en cuotas. Un beneficio con el que no cuenta ninguna familia de la ciudad para acceder a la vivienda ya que debe pagar con dólar billete para comprar cualquier inmueble. Larreta aplicó la desdolarización del mercado inmobiliario a nuestras tierras públicas.
Eso no es todo. La ciudad vende por debajo del precio de mercado las parcelas antes de finalizar la infraestructura. Es decir, el valor de las parcelas no tiene incorporada la plusvalía que generará la inversión estatal en la construcción de la infraestructura que será capturada por los nuevos propietarios. Los compradores se adueñan de las parcelas con la garantía de que la sociedad porteña les costeará toda la infraestructura de servicios públicos y de espacio público.
Esta acumulación de beneficios para los privados (ventas en cuotas y en pesos, ventas prematuras y por debajo del precio de mercado, violación de los fines establecidos por el Plan Urbano Ambiental para la tierra pública) es la culminación de la política, entendida como el arte de transformar lo público en privado, que orienta a la gestión de Rodríguez Larreta. Por lo visto, para desprenderse de tierra pública el GCBA siempre puede innovar.
Una réplica del modelo de urbanización de Puerto Madero
En los 90, se dijo que resultaba necesario avanzar con la venta de tierras públicas y habilitar la construcción de Puerto Madero para financiar viviendas sociales y equipamiento de salud y educación en el resto de la ciudad. Luego de treinta años ni un solo peso fue destinado a dichos fines. El dinero obtenido de las ventas fue reinvertido en el propio barrio de Puerto Madero para la construcción de la infraestructura y del espacio público del barrio. La totalidad del aumento de valor del suelo por estas intervenciones estatales fue capturada por los nuevos dueños de la tierra.
En el Parque de la Innovación se repite la misma historia. Acá ya no hace falta mentir. La propia ley deja en claro que el 80% de la venta del Polígono A, que el Grupo Werthein compró por 151,5 millones de dólares, se destinará a la infraestructura del Parque de la Innovación, un emprendimiento inmobiliario privado.
En ese camino, en una Ciudad con enormes problemas edilicios en las escuelas y hospitales, el GCBA decidió destinar al Parque de la Innovación, hasta el momento, más de 2800 millones de pesos para obras de infraestructura.
Una de las empresas beneficiadas, que realiza la “apertura de calles y veredas que integran el espacio público, la remediación, la demolición de la totalidad del predio del ex Tiro Federal Argentino, la excavación, el tendido de red de infraestructura y la nivelación para los servicios básicos” de los tres polígonos de este predio (Licitación Pública 719/SIGAF/20), es Bricons SA, cuyo presidente, Mario Raspagliesi, aportó 500 mil pesos al PRO durante la campaña de Mauricio Macri en 2015, y contribuyó con otra cifra igual a través de una empresa familiar que produce aceite de oliva.
Los negociados no sorprenden. Uno de los funcionarios que está a cargo de la supervisión del Parque de la Innovación es Diego Fernández, ex secretario de Integración Social y Urbana del GCBA, encargado del proceso de reurbanización del Barrio Carlos Mugica donde, contando con miles de millones de pesos, construyó viviendas que se caen a pedazos y donde los servicios públicos aún no fueron regularizados en ninguna vivienda.
Mientras tanto la precarización no para
Y mientras el modelo urbano basado en el despojo de nuestro patrimonio común se consolida, la precariedad y la desigualdad avanzan.
El 22 de marzo pasado fue el Día Mundial del Agua. Es la oportunidad para mencionar que, en la Ciudad de Buenos Aires, con un presupuesto per cápita comparable a ciudades como Roma o Madrid, 1 de cada 7 porteñxs no accede formalmente al agua potable.
Aproximadamente 400.000 habitantes de nuestra ciudad consumen agua que ningún organismo de gobierno controla, a la que acceden precariamente mediante mangueras, donde la poca agua que escurre lo hace con valores de presión 5 veces menor al que establecen las normativas, poniendo permanentemente en riesgo su calidad.
Todos los días, 140.000 porteñxs almacenan agua en baldes y tachos. Sólo en Villa 20, un barrio porteño con cien años de historia, donde viven 35 mil personas, el 6% de los hogares no cuenta siquiera con una canilla.
Buenos Aires es de las pocas ciudades del mundo que retrocede en cobertura de agua potable. Mientras en 2001, el 4% de lxs porteñxs no accedía al agua potable, en el 2022 este porcentaje asciende al 15%.
Y, en paralelo, el GCBA insiste en construir un nuevo Puerto Madero (Costa Urbana) con suntuosas torres de 145 metros de altura en la Costanera Sur, destruyendo uno de los pocos humedales que la ciudad aún conserva.
Al lado de este emprendimiento ubicado en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, se encuentra el Barrio Rodrigo Bueno. La celeridad por dejar la vista despejada para las futuras torres, lleva al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) a entregar a las familias del barrio soluciones habitacionales definitivas sin apto técnico, con riesgo estructural y asentadas sobre pozos ciegos cloacales colapsados de materia fecal.