Claudio Lozano, Director del Banco Nación y Presidente de Unidad Popular sostuvo que: » Luego de 2 años y medio de una política económica que amplió la desigualdad distributiva, dilapidó los 30.000 millones de U$D de saldo comercial acumulado, nos transformó en rehenes del FMI e hizo al Estado dependiente del financiamiento en $ de los capitales dominantes a nivel local; en el marco de esta debilidad económica y política asistimos a una nueva concesión para los grandes productores y exportadores de granos.
Se trata de habilitarles hasta el 31 de agosto una cuenta a la vista en los bancos donde podrían depositar los pesos que reciban por los dólares que liquiden y, esos pesos en esa cuenta, se actualizarían por la evolución del tipo de cambio oficial. Esto sería lo que ocurriría con el 70% de lo que liquiden. Con el 30% restante, le permiten la compra de dólares al valor del dólar ahorro ($226), los cuales podrían o bien atesorarlos, o revenderlos en el mercado blue a un valor superior a los $ 320.
Una concesión que resulta injusta para con todos aquellos pequeños productores que ya liquidaron y que premia a aquellos que especulan y presionan al Gobierno por una devaluación que fuerce mayores niveles de ajuste y desigualdad en el país. En concreto, los actores principales del negocio agropecuario han logrado hasta el 31 de agosto un dólar especial. Concesión resultante de la presión ejercida reteniendo y no liquidando los granos de la campaña 2021/22.
Si estimamos un ingreso de divisas para la cosecha de los 5 granos principales (trigo, maíz, soja, sorgo y girasol) en 45.500 millones de u$d, y consideramos que ingresaron en los primeros 5 meses del año 17.900 millones de u$d, entonces las divisas esperables en el periodo junio – diciembre ascienden a 27.600 millones de u$d.
Ahora bien, el análisis de lo comercializado en los primeros cinco meses del año indica un volumen inferior al año pasado en 10 millones de toneladas.
Este señalamiento se explica por un volumen de cosecha inferior en 2 o tres millones de toneladas, y por una mayor retención por parte de los productores.
El sector productor tiene mayor capacidad financiera para mantener un stock debido a los mejores precios (los precios de la cosecha 2021/22 son un 30% superiores a los del año pasado) que les facilitan la posibilidad de escalonar sus ventas a la espera de una devaluación.
✔️Pero más allá de los buenos precios internacionales que les aumenta la capacidad financiera, lo cierto es que no hay razones para forzar una devaluación, e incluso en caso que la hubiera los productores disponen ya de opciones de inversión que les permiten evitar toda perdida.
✔️Respecto al tipo de cambio real multilateral, el nivel a junio de 2022 está por encima de los niveles que tuvo en el 2016 y 2017, razón por la cual no hay elementos que permitan hablar de retraso cambiario ni que justifiquen ejercer maniobras de retención para presionar una devaluación.
Pero además, los productores tienen la opción del plazo fijo chacarero y la letra del tesoro dólar link, que le permiten invertir los pesos que liquiden con la garantía de que los mismos se actualizarán en torno a la modificación del tipo de cambio oficial.
✔️Por lo tanto, ¿por qué una concesión de un dólar especial a quienes tienen precios internacionales inmejorables, un tipo de cambio razonable y opciones de inversión que los cubren de eventuales devaluaciones al igual que un seguro de cambio?
¿Por qué tiene sentido conceder, en este caso a quienes son claros ganadores en la situación, y se sigue postergando la inversión de un 1% del PBI para resolver el hambre en la argentina con un ingreso básico universal para toda la población en situación de informalidad y desempleo.?
¿Por qué merecen un castigo y represión quienes ocupan terrenos vacíos porque no tienen techo, y quienes la levantan en pala y ponen en vilo a la sociedad desestabilizando vía retención de divisas y especulación al conjunto de la economía, tienen premio?
¿No deberíamos declarar la emergencia cambiaría…? establecer que las divisas son un bien de utilidad pública y definir sanciones que aumenten los costos de quienes especulan (ejemplo: aumentando las retenciones por cada día de retraso en la liquidación) e incluso facultar al Estado en situaciones límite a obligar a que el mercado sea abastecido.
Un gobierno popular se debilita cuando no logra establecer como prioridad las mejoras en las condiciones de vida de la población.
Un gobierno popular nunca se fortalece cediendo ante los poderosos. Hay que replantear la dirección política del gobierno nacional.