El candidato a diputado nacional por el Frente Popular participó del programa ADN Político, que emite por la señal 360 TV. Allí repasó parte de su experiencia política, planteó proyectos y esperanzas, y se diferenció de otros espacios de izquierda. Aclaró, además, para los que aun quizás puedan desconocer la trayectoria de quienes integran su espacio político, que “nosotros somos una experiencia nueva en términos electorales, aunque venimos trabajando hace mucho tiempo, no somos nuevos. Tenemos como característica estar buscando hace tiempo la construcción de una propuesta política distinta a las estructuras tradicionales.
Nos asumimos como un espacio que busca un paradigma distinto, que incluye la cultura de la izquierda así como también las que vienen de la tradición popular del Peronismo y del Radicalismo, pero fundamentalmente no venimos del palo de lo partidario. Nosotros venimos de la construcción en el seno de las organizaciones populares y sociales. Hemos sido fundadores de organizaciones de trabajadores que pelean por el empleo, el techo, la salud, la educación, y desde allí asumimos la necesidad de una propuesta política distinta y nueva en la Argentina. Vamos con Víctor De Gennaro como candidato a presidente, con Patricia Walsh, que me acompaña como candidata a diputada nacional, con Marta Maffei como candidata al Parlasur. Yo escucho a algunos candidatos y la verdad que yo en el último tiempo no se si el 9 de agosto hay elecciones o empieza el carnaval, porque cada uno se pone una careta distinta, entonces, Scioli es pro cubano, Massa dice que va a pagar el 82% móvil y Macri defiende el Estado y además va a terminar con la pobreza. La verdad es que esto francamente es poco serio, y nosotros intentamos pensar seriamente soluciones para los problemas de la Argentina”.
En cuanto a la situación social de nuestro país con respecto al resto de los países de la ragión, Lozano sostuvo que “Argentina siempre tuvo en términos sociales y salariales una mejor situación que el resto de América Latina. En realidad, hoy estamos mucho más cerca que hace 30, 40 años. Así que eso no es una diferencia ni un logro de este gobierno. Si se va a la época de la convertibilidad, la Argentina también estaba encima de América Latina. Lo que sí me parece –y hay que ser claros- es que el salario mínimo nunca se comparó con la canasta familiar y tiene que ver –así lo dice la ley- con el de un trabajador soltero sin carga de familia. En cierto modo se establece esa relación pero es otra la canasta que indica el salario mínimo. Cuando uno hace esos números, el salario mínimo en la Argentina no podría bajar de 9800 pesos a enero, y estamos por debajo de eso. Lo que sí me parece importante decir es que uno puede tomar la etapa que se abre después de la irrupción popular de 2001 que cuestionó al conjunto del sistema político. Hubo recomposición de empleo, de ingresos, hubo políticas de Derechos Humanos y un conjunto de cuestiones que el problema es que hoy no sólo separaron sino que están involucionando. Y es ahí donde, más allá de que no hay un ajuste ortodoxo, en los últimos dos años hubo destrucción de puestos de trabajo en la Argentina, y esto es un problema”. “La crisis internacional no es una excusa porque nuestros inconvenientes comenzaron antes”, diagnosticó el diputado. “Los problemas que tenemos sobre todo tienen que ver con el comportamiento del poder económico en la Argentina, que es dominantemente extranjero, son trasnacionales, a las cuales se agregan algunos grupos locales: apropian ganancias extraordinarias en la Argentina, producen por lo tanto desigualdad, fugan capitales, no invierten y, por lo tanto, eso determina un contexto de estancamiento más tarde o más temprano. A discusión respecto a como se regula esto, implica muchas cosas que acá no se han hecho. Ley de Inversiones Extranjeras sigue siendo la de la Dictadura Militar. Ley de Entidades Financieras, lo mismo. Los 60 tratados bilaterales de inversión siguen estando los mismos que estaban hasta que empezó este gobierno, el tema de estar dentro del CIADI, es decir, todo un conjunto de cosas que nos atan las manos en términos de regulación para poder reorientar el perfil productivo en la Argentina en dirección a garantizar empleo, salarios y reducción de la pobreza, porque ese es le otro tema: la pobreza que bajó hasta 2011, y desde ese año para acá, ha vuelto a subir, la midan como la midan. Y vuelve a subir porque hay destrucción de puestos de trabajo y porque hay deterioro del poder adquisitivo. Y frente a eso hay que plantear alternativas. Nosotros tenemos tres propuestas muy concretas: uno, inyección de ingresos sobre la población vulnerable. Hay que construir un piso de garantía de ingresos y derechos al conjunto de los hogares para cambiar el perfil de consumo. Nuevo patrón productivo, que abastezca ese consumo y un Estado que planifique la estrategia de inversión. Ese es el debate que nosotros queremos plantear y estamos pidiendo los votos porque creemos que la Argentina, en octubre, no tiene que tener las mismas propuestas en todas las voces sino que tiene que poder discutir alternativas diferentes”.
Entre las propuestas, Lozano enfatizó la importancia de la participación popular en la toma de decisiones: “El ANSES debería incorporar la participación de quienes aportan al sistema en la conducción de esa institución. Entonces, la verdad es que el tema de la administración de los fondos vinculados al sistema previsional como una herramienta de la política económica produciendo un efecto de descapitalización en el sistema jubilatorio es algo cuestionable. Es más, nosotros tenemos denunciados a Boudou y a Bossio en la administración del ANSES por desfalcos de esta naturaleza que involucran tanto el financiamiento de políticas públicas como incluso cuestiones de orden privado, porque la mesa de dinero de ese organismo ha servido para comprar acciones que hacen al patrimonio particular de algunos de estos muchachos. Y ahí está el punto de cómo se hace: fomentando la participación organizada de la comunidad en la decisión, desde los trabajadores, pasando por los jubilados. Hay que armar un esquema que implique que decidan más. Hay un tema concreto con respecto a los trabajadores, y con respecto a ellos hay una deuda pendiente, que es que se puedan organizar libremente delegados en los establecimientos. Cuesta muchísimo porque no hay libertad ni democracia sindical. La Corte Suprema de Justicia está definiendo situaciones de casos pidiendo que se modifique la Ley de Asociaciones. La OIT también pide lo mismo y el Gobierno se niega y sigue apañando a una estructura burocrática que no permite que los trabajadores se organicen y respalden propuestas de esta naturaleza”. Como ejemplo de esto, trajo a colación el caso de la línea 60 y del subterráneo:“los trabajadores de la línea 60 son sometidos permanentemente por la gente de la UTA y los metrodelegados no tienen personería gremial. Esa es la demostración de que no hay libertad y democracia sindical”.
Con respecto a la opción que el Frente Popular encarna con respecto a otros espacios de la izquierda, Lozano marcó claras y profundas diferencias de construcción política: “nosotros no venimos del palo de una concepción partidaria que interviene desde su concepción en los diferentes conflictos de la sociedad. Otros son partidos o frentes con una estructura y matriz teórica a partir de la cual dicen lo que piensan e intervienen. Nosotros venimos construyendo al amparo y el desarrollo de organizaciones sociales muy amplias, en las que también participan los compañeros de algunos de esos espacios como parte de nuestras estructuras sindicales, de nuestra Central de Trabajadores, de organizaciones territoriales. Venimos de otra forma de construcción. Y en segundo lugar, nosotros tenemos un criterio de ampliar lo mas posible, porque no nos interesa dar testimonio, nos interesa gobernar el país. Y encima, lo que sí, también somos absolutamente inflexibles. Cuando nosotros construimos Proyecto Sur con Pino Solanas, lo hicimos diciendo que queríamos hacer una fuerza que no tuviera que ver con la estructura tradicional. Cuando Pino se abrazó con cualquier otro, ahí se acabó la película. Lo mismo hicimos con la gente del Frente Amplio Progresista, con Margarita, con Binner. Nosotros estuvimos con ellos mientras no tuvieron que ver ni estuvieron en otra cuestión. Nosotros, en el momento en donde se busque el atajo a través de un atajo a través de una táctica electoral que en realidad violenta el criterio de construcción, ahí nos abrimos. Y hoy por primera vez –cosa que no teníamos antes- tenemos personería en 17 provincias de la Argentina, estamos presentes en 22, vamos a elecciones, hemos pasado las PASO en Salta, también en Santa Fe, hemos colocado diputado provincial y concejal, hemos pasado las PASO en la lista de diputados en la ciudad de Buenos Aires”. También aclaró que “lo de testimonio no lo digo mal: a veces hay que dar testimonio. Nosotros cuando rompemos con los compañeros que veníamos trabajando, damos testimonio de que queremos una postura distinta y no nos importa si perdemos electoralmente. Lo hacemos en función de una convicción política. Entonces, no es un cuestionamiento. Lo que digo es que nosotros no nos negamos a la construcción de acuerdos políticos que nos permitan tener una política con la máxima amplitud para llegar a la gente y poder gobernar el país”.
En cuanto a la experiencia Kirchnerista, Lozano explicó que “hay que tener una mirada más amplia de lo que es la política. La Argentina que se abre a partir de 2001 – 2002 la construyó el pueblo argentino porque fue él el que cuestionó y que hizo posible que el gobierno de Néstor Kirchner tomara un conjunto de definiciones que son históricas y por lo tanto, nosotros las bancamos. Lo que sí digo es que todos los triunfos en materia de Derechos Humanos empezaron a empañarse con Milani, si siguen empañando con Cundom y con la presencia de la Inteligencia comandando el Ejército. Éste es un problema serio, y se siguen empañando con los acuerdos con Israel a través del Ministerio de Defensa. Y todas las ventajas que tuvimos con la recomposición de empleos y de ingresos que la población vivió, hoy tenemos estancamiento, destrucción de empleo y deterioro del poder adquisitivo, y suba de nuevo del nivel de pobreza. Por eso digo que lo que nosotros necesitamos es no discutir un horizonte conservador que es el que hoy nos propone el propio Kirchnerismo al ponernos a Scioli adelante, el que nos proponen Macri o Massa, y discutir una experiencia distinta en la Argentina. Ese es nuestro compromiso. Para eso vamos y pedimos los votos para pasar las PASO”.