El pasado jueves 5 de noviembre, organizaciones sociales, sindicales y políticas marcharon por el Centro de la ciudad de Buenos Aires para festejar los 10 años de la histórica negativa al ALCA, el Tratado de Libre Comercio de las Américas, llevado a cabo en Mar del Plata y para, a la vez, denunciar a las empresas transnacionales que se siguen llevando los recursos naturales, y envenenan el agua y la tierra, como Monsanto, Barrick Gold y Chevron.
La multitudinaria caravana pasó por la puerta de cada una de estas empresas y realizó pequeños actos que fueron la antesala del central, realizado finalmente en la Plaza de la República, a los mismos pies del Obelisco, en el cual se leyó u documento firmado por todas las organizaciones convocantes.
Carlos Méndez, comunero de Unidad Popular por la 15, formó parte de la marcha y comentó que “estos 10 años fueron un paso importante para los que venimos luchando por una sociedad mejor, y es importante no olvidar porque nos oponemos al ALCA, porque todavía siguen estando las consecuencias de la extranjerización de nuestra economía, del trabajo precario, entonces, más que nunca hay que estar de vuelta por la independencia y poder ser nosotros”. También aclaró la diferencia de intereses entre las multinacionales y quienes marcharon, que están en contra de la extranjerización de la economía con empresas que sólo buscan la renta, a las que sólo les interesa el capital. Nosotros vamos por otras cosas”.
José Luis Matassa, en su última caminata como Secretario General de ATE Capital, y frente a la puerta de Monsanto, valoró el esfuerzo llevado a cabo por la clase obrera y también remarcó lo que falta: “por un lado, contento por esa gesta que pudimos construir hace 10 años, no sólo para decirle a Bush que se fuera de nuestro país y lo que fueron todos los actos en Mar del Plata sino lo que fue la previa de ese 2005. Si ese año llegamos a decirle que no al ALCA fue porque los trabajadores estuvimos una década en la calle, organizados, nuestro sindicato, nuestra CTA, peleando contra el Neoliberalismo. Y la verdad es que pasaron 10 años y tenemos que seguir en la calle. Creemos que hay un montón de cuestiones que todavía no están solucionadas. Hemos desterrado hasta ahora los tratados de libre comercio pero hay que estar atentos, se vienen tiempos difíciles en nuestro país, cambio de gobierno, y donde cualquiera de los economistas que hablan en nombre tanto de Scioli como de Macri, lo único que pronostican es más ajuste, y sabemos que lo terminan pagando los trabajadores. Por eso esta movilización tiene esta magnitud y por eso vamos a seguir en la calle”.
Asimismo, reafirmó que “un polo económico desde el Cono Sur es necesario, lo que sí creo es que ante eso, debemos esforzarnos los trabajadores por tener una comunidad sudamericana propia, porque organizados vamos a ser la garantía de que no haya tratados de libre comercio y que realmente nuestro países estén hermanados. Muchas veces vemos que si es por los que gobiernan, se favorecen los intereses de cada uno y vemos que hoy naciones hermanas están enfrentadas. La garantía de eso está en los pueblos y en los trabajadores organizados, y hoy, en el Obelisco vamos a recordar la gesta popular de hace 10 años pero también vamos a plantar la bandera de los trabajadores que seguimos luchando en la calle”.
”El recorrido de estos 10 años es positivo por la lucha que se ha dado –valoró Peralta frente a las puetas de Chevron-, porque en ningún momento hemos bajado los brazos y así todo que haya habido un pronunciamiento del Gobierno argentino en el no ingreso al ALCA, a nosotros no nos alcanza y seguimos garantizándolo en la calle. Entonces, es positivo que a 10 años, las organizaciones vuelvan a movilizar, a decir que queremos que se mantenga esta situación y que vamos a defenderla, sobre todo en un proceso electoral que se está acercando, donde ninguno de los candidatos garantiza esta resoluciones que hemos sabido conquistar los trabajadores”.
Finalmente, resaltó el valor de la lucha de todos los días en el lugar que desde siempre le pertenece al pueblo trabajador: “Para nosotros lo que condiciona la política es la gente en la calle. Seguramente. Eso se ha demostrado en el tiempo. hay luchas que duran más, otras menos pero siempre, si hay constancia, coherencia y si los compañeros responden, las luchas se ganan. Esto lo demuestra”.