El investigador y especialista en la materia, Alejandro Rascovan analizó en diálogo con Notas el proyecto. Afirmó que se trata de obras que ya habían sido proyectadas por el gobierno anterior y que para el proyecto económico del gobierno, el tendido ferroviario existente es suficiente ya que está orientado a exportar commodities.
Electrificación de las siete líneas ferroviarias, tres nuevos viaductos y 120 pasos bajo nivel, el soterramiento del Sarmiento, renovación de las vías, sistemas eléctricos y estaciones, renovación de flota, son algunos de los puntos centrales del Plan Integral de Obras para la Red Metropolitana de Trenes que anunció el gobierno la semana pasada.
– Quizás el punto saliente del anuncio del plan ferroviario tiene que ver con que por lo menos formalmente se vuelve a pensar la planificación de vías a nivel nacional, ¿qué caracterización haces vos del anuncio?
– El tema con este Gobierno es que es de anuncios más que de otra cosa. Todo lo presentado como parte del Plan ya había sido anunciado durante la gestión Randazzo. Las partidas presupuestarias ya estaban asignadas, adjudicadas, el dinero girado y hasta muchas estaban avanzadas. Es un refrito de planificación de la gestión anterior. Hay algunas con más posibilidades de concretar y mostrar avances, como por ejemplo el soterramiento del Sarmiento. Porque implica también un nuevo uso de tierra, para urbanizar, que es algo que al PRO históricamente le interesó.
Lo interesante es que gran parte de los anuncios son sobre cosas que en el Ministerio saben que no van a poder hacer. Sobre todo en lo referente a la Interconexión de líneas Roca y San Martín, la llamada Red de Expresos Regionales (RER).
(N. de la E., Según anunció el gobierno, la Red de Expresos Regionales (RER) interconectaría toda la red con un conjunto de estaciones subterráneas en la ciudad de Buenos Aires, uniendo las líneas Roca y Belgrano Sur que vienen desde el sur, Belgrano Norte, San Martín y Mitre (norte) y Sarmiento (oeste), generando un nodo de conectividad regional.)
– ¿No las van a hacer porque no les da el tiempo en 8 años?
– No da el tiempo ni hay recursos técnicos ni en el Estado ni en el sector privado, ni recursos humanos para poder llevar a cabo esa obra. Tendrían que haber empezado ayer. Pero es por una cuestión técnica. Parecen más enfrascados en mostrar de qué color van a ser las escaleras y en un diseño arquitectónico para mostrar “renders”, que en la propia obra.
– ¿La red de expresos regionales tiene algo de planificación de política pública real?
– Caen dentro de esa lógica de planificar algo más ambicioso de lo que se puede hacer. En algún punto no hay tanta diferencia entre anunciar la estación debajo del Obelisco y el tren de alta velocidad de Cristina. Son proyectos tan de máxima que no existen recursos técnicos y materiales, se vuelve casi imposible pensarlo.
No anunciaron la única parte que sí van a hacer, extender al Belgrano Sur de la Estación Buenos Aires hasta Constitución, y algunas de las vías de la Línea Roca enterrarlas en una nueva estación bajo pa plaza. Estos proyectos son los más reales, igual van a tardar 6 o 7 años en hacerlo, pero vende menos que anunciar con bombos y platillos la estación bajo el Obelisco.
– ¿Qué fuente de financiamiento están planteando para los 14.187 millones que va a costar el Plan completo?
– No se trata de nuevo financiamiento, los recursos ya estaban mayormente comprometidos. Son fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, la Banca Nacional de Desarrollo brasileña (BNDES), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y algo también del Tesoro argentino. Además, parte de lo que anunciaron es también material rodante, que va a ser comprado a China seguramente, por lo que es probable que se trate de financiamiento de ese país.
– ¿Quiénes serán los grandes proveedores?
– Esto no se responde solo con las prácticas habituales de la gestión PRO en la ciudad, sino que también viene heredado de la gestión de Cristina.
Hoy existen en Argentina sólo tres grandes constructoras capaces de abordar una obra así: Calcaterra, Roggio y Romero. Entre las tres siempre fueron armando uniones transitorias de empresas con sus capacidades. Probablemente tengan que participar otras compañías que complementen, extranjeras.
Hay un problema histórico de recursos humanos, que viene del vaciamiento de las privatizaciones, lo que rompió con todo un andamiaje que tenía Ferrocarriles Argentinos de trabajadores, investigadores, ingenieros. Al haberse roto hoy no hay capacidades técnicas ni siquiera en las empresas, para llevar a cabo gran parte de estas obras.
– Invertir 14 mil millones de dólares en el tendido ferroviario de la Argentina, ¿alcanza para apostar al desarrollo de la Industria?
– Si el gobierno pensara en la industria, no hace falta un tendido férreo para eso. El tendido se piensa justamente en función de un proyecto económico, y para la Argentina que viene es un proyecto económico basado en exportar commodities. En este sentido, el ferrocarril que hay ya está adaptado a la carga desde el interior y después un ferrocarril metropolitano y alguna línea excepcional de pasajeros. El problema ahí es que no nos dejemos engañar por la nostalgia.
– ¿Es el proyecto férreo de la generación del 80?
– El país no es el mismo y el mundo tampoco, pero se puede hacer una traslación.
Queda claro que hay una historia ferroviaria muy importante pero una cosa es pensarlo para los pasajeros, otra para la carga y ésta está basada en un proyecto socioeconómico. En el modelo vigente, los ferrocarriles que hay son los que hacen falta. Primero se piensa el modelo de desarrollo, y a partir de esto la infraestructura necesaria para hacerlo posible.
Producción: Federico Araya – @fedearayac
Fuente: Notas.org.ar