Por Fito Aguirre. Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA. Estamos en un momento imaginando en la cabeza de cada de cada uno de nosotros la materialización de una decisión que se tomó hace muchos años y que nos animamos a decir que con algunas herramientas no nos alcanzaba para concretar muchas de las cosas que venimos por un lado resistiendo pero que por otro lado desde hace mucho tiempo tenemos ganas de no solamente resistir decir lo que queremos, ser parte de la elaboración de una estrategia y seguirla. Para eso se requiere no que algunos piensen y otros hacemos sino que todos pensamos y hacemos. Ese es un primer compromiso que debe ser parte de una construcción que está todo por hacer y que tiene que llegar a la Constituyente. Que no es que algunos piensan y otros hacen sino que todos pensamos y hacemos fundamentalmente en cada uno de los lugares donde habitamos y todos aportamos para construir una estrategia nacional. Lo otro que me parece importante es que no estamos empezando sino que venimos dando pasos, tal vez son pasos lentos, tal vez es más difícil de lo que imaginamos porque todo es un laboratorio. Como bien dice Víctor, no nos preocupemos por lo complejo porque la realidad siempre fue compleja. Sepamos que acaso no somos tantos y si hubiésemos convocado más seríamos muchísimos más, pero esto se va a dar en la próxima posta. No estamos trabajando inventivas sino que somos sucesión de una historia. Tal vez sabemos las cosas que queremos, pero vamos a un viejo principio que necesitamos reconstituir fuerzas porque muchas de las cosas que nosotros soñamos ya no alcanzan solamente con la institucionalidad en la que estamos, requiere tocar muchas cosas en la que seguramente vamos a necesitar un nivel de fuerza y una organización que no se reúna cada tanto sino que tenga cotidianidad para repensar estrategias y para reorientar qué entendemos o cómo imaginamos la recomposición y la unidad del campo popular, que se compone de muchas cosas que se han dicho acá y que sentimos, el tema es hacerlo. Lo otro que es quizás una de las cosas más importantes es que reconozcamos y concluyamos cuál es el índice de prioridades que necesitaríamos instalar para desarrollar todas las potencialidades en el pueblo, eso que subyace cuando nosotros decimos “el pueblo está para más”. En ese “el pueblo está para más” cuál sería el índice de prioridades. Talvez muchas de esas cosas ya las hemos planteado, aprobado en congresos o en las distintas formas de decisión que tiene cada uno de las organizaciones presentes. Pero volver a retomar ese índice de prioridades es necesario, porque no es el reclamo sindical ni el reclamo de una temática, sino que tiene que ver con un pensamiento integral que tiene que ser parte de una estrategia que no es para quedar bien nosotros sino que tenemos que explicitar, se tiene que comprender, tiene que conmocionar y además tiene que generar certezas, no tiene que generar incertidumbres porque ese terreno ya está cubierto. En ese orden de prioridades estaría un discurso que reconozcamos todos, pero después están las acciones, cómo organizarnos para una acción de intervención política. Podría ser interpretar cómo nos golpea la concentración económica, cómo ha sido la década del 90. Temas que tenemos bien desarrollados pero que tenemos que buscar la forma de intervención política para que lo que nosotros desarrollemos sean cosas contables. Para nosotros este momento de encontrarnos va a ser un momento histórico que me hace recordar mucho a Burzaco, creo que estamos en un momento similar, me siento muy orgulloso de ser parte protagonista aquí en Córdoba, un momento que no sé cómo será pero que no tiene retorno. Estamos haciendo un planteo de riesgo y eso tiene mucha honra, mucha ética, y lo podemos decir a cara descubierta de que todos los que estamos aquí estamos para arriesgar no estamos para hacer cuestiones de contraprestaciones ni nada a cambio, estamos intentando talvez desarrollar una experiencia política que no está en la Argentina y que vamos a ser protagonistas. Esto es un hecho muy importante para cada uno de nosotros y nos da mucha fuerza. 1º. Índice de prioridades para avanzar con nuestro pueblo, potenciar su desarrollo y obviamente construir más felicidad. 2º. Las acciones que requiere esto; 3º. Tenemos que anotar en la mochila de estos tres meses qué estrategia institucional nos damos, cómo nos movemos con lo que hay y qué nuevas cosas deberíamos construir, porque lo que creo es que nosotros hasta la gobernabilidad llegamos bien porque está permitida, hasta el presupuesto del Estado llegamos bien porque está permitido, lo que no está permitido es poder resolver y desterrar las estrategias de desigualdad que tiene este modelo político y tal vez tengamos que hablar de otro modelo, lo que no está permitido es que nos juntemos a hablar de lo que nos pasa, tal vez tengamos obstáculos porque no van a permitir que en la Argentina haya un movimiento político, social y cultural de liberación como estamos planteando, y menos está permitido que lo hagamos entre muchos y menos que sean entre millones. Y que cada uno de nosotros en los lugares donde habitamos seamos quienes desarrollemos y aportemos la estrategia que sea adecuada para poder materializar las cosas que nos permitan construir otra humanidad. Está permitido que se entre de a uno pero no que entremos todos. Nosotros no solamente debatimos a partir de hoy, ahora nosotros también tomamos decisiones, y eso es fundamental que lo tengamos en claro, acá no hay cargo que valga, acá estamos confluyendo todos juntos, tendremos más o menos responsabilidades porque la realidad nos ha llevado a distintos lugares, pero acá estamos para confluir todos juntos. Da un poco de miedo tomar decisiones, a veces está más piola que otro decida y que si sale mal sea de otro la culpa. Me da mucho orgullo saber que después de muchos años de militancia tenga que tomar una decisión de que entramos en una zona de riesgo, en una zona que talvez donde nos tengamos que preguntarnos entre todos cómo hacemos, cómo encaramos esto o lo otro, de escucharnos y aprender porque no tenemos más a quien delegar y quien decida por nosotros.