Lozano sostuvo que “luego de la conferencia prensa brindada por el presidente de la Nación, en la que intentó volver a vestirse con el ropaje de la transparencia, a efectos de ocultar el comportamiento propio de Al Capone en el Acuerdo del Correo, y donde retrocedió en el intento de robarles a los jubilados el mísero aumento que les correspondía, es bueno dejar en claro lo siguiente.
Respecto al Acuerdo del Correo, es imprescindible aclarar que:
a) La deuda del Grupo Macri, a partir de su gestión al frente del Correo Argentino, no involucraba sólo lo que hasta hoy se ha discutido, (la deuda por el canon impago), sino que involucraba también, deudas con la AFIP y con el Banco Nación. Al año 2003, la deuda por los distintos conceptos y con los distintos organismos del Estado, ascendía a 1000 millones de pesos.
b) Respecto a la deuda por el canon, que ascendía a 291 millones de pesos en el año 2001, cualquier discusión hoy supone una actualización que, como piso, debiera partir de un capital adeudado a la fecha presente, de 4656 millones de pesos.
c) A los efectos de dar señales de transparencia, correspondería que el gobierno, reemplace al actual funcionario del Correo, (Jorge Irigoin) responsable de la escandalosa gestión que el Grupo Macri desarrollara entre 1998 y el 2001 y que llevara al Correo a la quiebra primero, y al concurso preventivo después.
Una última reflexión sobre este punto. Si el presidente Macri no sabía nada de todo lo ocurrido, y el acuerdo judicial fue obra exclusiva del Ministro Aguad y el Director de Asuntos Jurídicos de su ministerio, lo lógico sería que ambos ya hubiesen sido renunciados. Si esto no ocurrió, y ha sido el propio presidente quien tuvo que poner la cara para retroceder, es porque los citados funcionarios cumplieron con sus instrucciones y como el hecho tomó un estado público que no esperaban, resultando insostenible ante la sociedad, el gobierno retrocede. Ha quedado claro que ésta fue una decisión presidencial. No hubo un error, tomaron una decisión que la sociedad argentina no les permitió sostener.
Respecto a los Jubilados, corresponde precisar que lo ocurrido con la fórmula de movilidad es simultáneo a:
a) La existencia de un importante rojo fiscal en el marco de un desfinanciamiento creciente del ANSES desde la asunción del actual gobierno. Por ende, el intento gubernamental de reducirles el aumento a los jubilados se inscribía en la lógica de pagarle menos a nuestros abuelos para mejorar la situación fiscal.
b) La existencia de un informe del Fondo Monetario Internacional, que plantea un conjunto de exigencias referidas a las cuentas del Sistema Previsional. En él se reclama el aumento de la edad jubilatoria y la modificación en el método de cálculo para el incremento de las jubilaciones. Este informe también puede haber incidido en este supuesto error que ahora se intenta corregir.
c) Si se trata de corregir la situación, el gobierno del presidente Macri debiera asumir que hoy la fórmula de movilidad impulsada en su momento por el kirchnerismo no permite resolver la situación de los jubilados. De hecho, si tan solo se quisiera garantizar que los jubilados mantuvieran el poder adquisitivo del 2015, el aumento debiera ser del 21,8%. Aumento que aún, aplicando la fórmula correctamente, tampoco se podría alcanzar. Hay que corregir la fórmula pero no para robarle a los jubilados, sino para ponerla en relación con sus necesidades.
En este tema también vale la pena una última reflexión. Tanto el déficit fiscal, como el sistema del financiamiento previsional y las recomendaciones del FMI, indican que lo ocurrido no fue un error. Ocurre que, al igual que con el Correo, robarles a los jubilados, en esta Argentina genera indignación. Al igual que con el Correo, creyeron que “pasaba”, pero no “pasó”. Poco a poco los argentinos vamos comprendiendo el significado de los globos del PRO. Son globos de ensayo a ver qué impacto tiene en la sociedad la estrategia de la desigualdad que llevan adelante. Prueban y prueban, si pasa bien, si no, retroceden un poco, pero siempre avanzan un paso. No se equivocan, tienen un compromiso firme por profundizar la desigualdad”.