Dos días antes del último 8 de Marzo 6 mujeres que invitaban a la marcha mediante una pintada, en el barrio de Almagro de CABA, fueron detenidas y llevadas a la Comisaría 9 de CABA y a la mañana siguiente trasladadas a la Fiscalía de la Ciudad N°20 donde fueron procesadas por daños graves. En total permanecieron por una contravención leve 15 horas detenidas en forma ilegítima.
Una marcha histórica, fue el pasado 8 de Marzo Día Internacional de la Mujer, por la movilización de cerca de 300.000 personas. Al finalizar y desconcentrarse en la Plaza de Mayo, unos 4 varones y dos mujeres con las caras tapadas arremetieron contra las vallas frente a la Catedral Metropolitana (cabe preguntarse ¿eran parte de la movilización o infiltradas/os provocadoras/es?), enfrentaron a un solitario neonazi con una bandera del vaticano; lo cual dio lugar que actuara un camión hidratante contra sorprendidas mujeres que se iban desconcentrando. Pero como cabe presumir y prácticamente asegurar que las fuerzas represivas esperaban actuar en esa forma ante la gran repercusión y masividad de la convocatoria. No de otro modo se explica su accionar dos horas después de la finalización del acto, con la plaza ya vacía, que fueran a detener en forma brutal a dos cuadras de la Plaza, en una pizzería y en su entrada, a tranquilas y desconcertadas mujeres (¿acaso habían recibido órdenes de llevarse todas la mujeres que pudieran?) llegando aprisionar e incluso la rastra a una veintena de ellas. A estas les tocó vivir una noche dantesca, que hizo rememorar la época del terrorismo de estado.
Pero situación grave también vivieron en Paraná, Entre Ríos, frente a un desaforado personaje que atropelló con su auto a una manifestante y luego le pisó con su coche gravemente en el pie, a otra mujer que buscaba proteger a las manifestantes. Esto ocurrió en la misma puerta de la sede policial, cuyos integrantes custodiaron al atropellante para que escapara de contra mano, sin inmutarse ni involucrarse con lo sucedido a las mujeres.
Debemos agregar también que una expresión artística pública en la ciudad de Tucumán irritó a la cúspide de la Iglesia Católica y sus fieles seguidores (recordemos que su gobernador actual fue desde el 01/07/2009 Ministro de Salud de la Nación hasta el final del mandato del Gobierno de la Nación anterior), quienes impulsaron escraches y agravios a las artistas, buscando no solo desacreditarlas y provocar el descrédito público en el conjunto social sino que tratan que sufran graves consecuencias en el ámbito donde desarrollan su actividades laborales y/o estudiantiles y/o sociales.
Estas situaciones, de «caza de brujas» como algunas periodistas bien han denominado, debemos analizarlas en el contexto del crecimiento de la conciencia de nuestro género en los Derechos Humanos que nos corresponde.
Posiblemente el hecho de poner coto a las agresiones y violencia que viven gran parte de la mujeres dentro de una cultura hegemónica patriarcal y con mucho resabio misógino, que llevara en lo que va de este año a que mueran por feminicidios una persona cada 18 horas (en el mes de Febrero pasado que tuvo 28 días mataron 36 personas). Esto evidencia que se ha despertado y demostrado que se desatan inexplicables asesinatos -femicidios- premeditados y con alevosía, potenciados dentro de la cultura patriarcal dominante en nuestra sociedad, donde se ignora y/o desestima, mayoritariamente, la aplicación de la educación sexual en con perspectiva de género.
Viene a la memoria que durante la última dictadura militar, los genocidas asesinaron y/o desaparecieron a 30.000 personas. Se calcula que un tercio de ellas eran mujeres. Sobre los cuerpos de ellas hicieron caer mayores tormentos. Ese mayor padecimiento lo ejecutaban por considerarlas doblemente «subversivas». Porque habíamos dejado de cumplir el mandato, que tradicionalmente nos adjudicaban de ser mujeres sumisa desempeñando tareas dentro nuestros hogares o sea encerradas en el área privada. Pero nosotras salimos desobedientemente, a la calle, a esfera pública; encima cuestionando y pidiendo subvertir el orden político, económico y social establecido.
Hoy, las mujeres somos nuevamente doblemente peligrosas. Ocupamos cada vez más los espacios públicos y salimos a la calle cuestionando el patriarcado (autoritarismo varonil) en todas las instituciones en las cuales predomina. Además levantamos también un feminismo (defensa de los derechos humanos de las mujeres) que propicie un movimiento social, que tenga como objetivos el cuestionar las injusticias por género, como también cuestionamos la injusticia que conlleva la faltas de una auténtica democracia y justicia en los órdenes político, económico y social imperante en nuestro país, como también en la Patria Grande y en el resto del mundo.
Para concretar nuestros objetivos estratégicos, a pesar de lo heterogéneo de nuestro movimiento, sabemos organizarnos y articular en la diversidad, como lo demuestran los 31 Encuentros Nacionales de Mujeres realizados anualmente. Esa son las causas de las represiones que estamos hoy viviendo, a las cuales ya sabremos enfrentar.
Nina Brugo
Abogada laboralista especializada en Derechos de las Mujeres. Militante social y política.