Versión Taquigráfica de la Sesión Especial celebrada el día Sábado 24 de Marzo en la Legislatura de la Ciudad
Sr. Basteiro.- Señora presidenta: seré muy sintético.
En nombre del bloque Buenos Aires para Todos, en este 24 de marzo, sentimos la responsabilidad de ratificar criterios. En nombre de Rodolfo Walsh, quien fue un ejemplo de dignidad, militancia y coraje, voy a leer un párrafo: “Nuestra clase dominante ha procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de los hechos anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.
En 1977, y en homenaje a lo que es decir la verdad, quiero recordar y pelear por la justicia. En nombre de Rodolfo Walsh, homenajeamos a todos los caídos, a nuestros compañeros detenidos desaparecidos. Rodolfo Walsh decía en esta carta que, justamente, este golpe del 24 de marzo no fue una catástrofe; no fue un accidente: fue la planificación sistemática del poder económico en nuestra región, que impuso a sangre y fuego un modelo económico, un modelo cultural, un modelo de dominación. Esto se explica en la historia de nuestro pueblo y de nuestro país.
Si uno observa lo que fue la matanza de Ingeniero White en Bahía Blanca hasta lo que fue en el año 1923 la Patagonia Rebelde, va a encontrar que la cantidad de fusilados y asesinados por parte de las fuerzas de represión en nuestro país es exactamente la misma cantidad proporcional a la población de aquel entonces, a los treinta mil detenidos desaparecidos en el año 1976. No son casualidades. Son planificaciones del poder con relación a mantener un sistema de dominación con complicidades concretas. El golpe que se dio en 1976 tuvo a las Fuerzas Armadas, a las policías y a los grupos paramilitares como el brazo ejecutor, pero también tuvo apoyos internacionales del imperio y hubo quienes sostuvieron y financiaron a los grupos económicos, que de alguna manera bien directa y concreta hasta prestaban instalaciones de las propias fábricas. Son esos grupos concentrados y centralizados en nuestra economía que planifican el genocidio día a día.
Queremos decir en este homenaje que no es solamente un recuerdo; no es solamente algo lacrimógeno. No es simplemente recordar un 24 de marzo. Estamos orgullosos y aplaudimos la decisión de que en todo el país y en todas las legislaturas se puedan reunir para explicitar concretamente el “Nunca más”.
Queremos decir muy claramente que nuestro mayor compromiso es seguir peleando por lo que soñaban nuestros compañeros y compañeras. Nuestro compromiso es con aquellas Madres de Plaza de Mayo que en el año 1977 salieron a la calle a plantearle a la dictadura más feroz de nuestra historia que había dignidad, lucha y, fundamentalmente, un futuro.
Nosotros queremos seguir peleando con nuestras diferencias y nuestros matices, entendiendo que la unidad no se decreta, sino que se construye.
Entendemos que también hay que pelear contra cualquier ley que limite que nuestro pueblo se organice, que salga a la calle y proteste. Por eso, estamos en contra de la Ley Antiterrorista, así que vamos a seguir peleando para que se derogue.
Fundamentalmente, reconocemos que la verdad, la memoria y la justicia se construyen día a día en las escuelas, en los hospitales y en las fábricas, teniendo la cabeza y el corazón abiertos.
Como decía el poeta, uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere. Por lo tanto, no queremos renunciar a nuestra historia, a nuestra dignidad como trabajadores y a nuestra posibilidad de construir un futuro para todos, con una sociedad más justa y más inteligente. El conjunto del pueblo, nuestros compañeros detenidos desaparecidos, nuestros compañeros que estuvieron presos en la dictadura y nuestras madres y abuelas se lo merecen.
Justamente, porque este pueblo tiene dignidad y está orgulloso seguirá peleando y este 24 de marzo saldrá a la calle, más allá de las diferencias, con un grito de unidad, ya que el “Nunca más” se construye con una nueva sociedad.