Canal Abierto transmitió desde Telam un programa en vivo realizado en conjunto con la asamblea de trabajadores de la Agencia. Una de las dos mesas se llamó «Ajuste y deuda, recetas para el desastre». A continuación una breve crónica de lo que fue.
El panel Andrea Delfino, periodista de Télam, quien comentó que, “cuando empezó el conflicto dijimos que éramos los primeros despedidos del Fondo Monetario. Porque fue justo con la firma, con el primer desembolso. Las novedades son que seguimos en materia judicial, ahora hay una nueva sentencia colectiva que dicen que 90 y tantos compañeros deben ser reincorporados. Pero, como del dicho al hecho hay un trecho, seguimos en permanencia pacífica en los dos edificios. Y tanto reincorporados, despedidos o no, seguimos en nuestros puestos de trabajo, y, quizás, lo que más me impactó es que claramente el conflicto de TELAM se volvió una caja de resonancia de todos los conflictos que están sucediendo en Argentina”.
Luego fue el turno de Claudio Lozano, presidente de UP, quien se solidarizó con los compañeros de TELAM alegando que “siempre acompañamos estos conflictos estratégicos desde varios puntos de vista. No sólo porque se discute el papel de los despidos, sino porque se discute, también, el papel de una agencia nacional de comunicación de carácter público”.
Luego, Lozano, se centró en el acuerdo con el FMI, y sostuvo que “esto hay que frenarlo porque se supone un condicionamiento brutal para la Argentina y un deterioro y agresión sobre las condiciones de vida de un pueblo ya castigado. Por eso debemos buscar fisuras en el acuerdo de gobernabilidad y esto abrir instancias para discutir la construcción de espacios de resistencias que tengan la capacidad de pensar una contrucción de políticas que tengan herramientas para discutir el futuro”.
“En esa línea”, agregó el presidente de UP, “está el tema de la presentación en la justicia del tema de suspender el acuerdo con el fondo sobre las bases de las irregularidades absolutas. Macri no tiene autoridad para haber hecho un acuerdo de esta naturaleza. La Constitución -Nacional es clara. También es mentira que tiene la habilitación financiera de Menem para justificarlo porque el artículo que usan está caduco. Además por ser socio del Fondo Monetario, sólo pueden tomar un préstamo equivalente a 4 cuotas y no de 11. A su vez, el mismo modo está fuera de toda norma ya que solo debe intervenir para resolver los problemas del capital financiero y de los acreedores y no se le puede prestar a países en situación de fuga de capitales”.
“Todo esto”, finalizó Lozano, “son elementos suficientes para disolver el acuerdo”.
El segundo panelista fue Hugo “Cachorro” Godoy, Sec. Gral. de ATE Nacional, quien enunció que “acá no sólo hay que resistir, sino ser capaces de pensar que, en este marco que está planteando este gobiernos y los grupos económicos sociales y religiosos que lo sostienen, no hay salida más que la imposición de lo que ellos plantean. Por lo tanto, hay que construir un poder desde los sectores populares que pueda pensar otra Argentina. Esto requiere, incluso, cambiar la constitucionalidad de nuestro país. Hoy nuestras luchas necesitamos plantearlas, proponiendo una perspectiva diferente al del mercado”.
“Nos plantean el tema de que necesitamos del Fondo porque no hay otra manera de obtener dólares. Y si no tenemos dólares, la economía Argentina no puede funcionar. Entonces, los gobernadores, diputados e intendentes, ayudan a preparar un presupuesto que el Fondo lo acepte para poder tener algunos recursos para poder gobernar. Y eso es un planteo falaz. Hay que impedir que se apruebe el presupuesto, porque el presupuesto que presenta el gobierno implica convalidar el acuerdo con el Fondo. El acuerdo con el Fondo es la trampa perfecta para destruir nuestra nación, para desestructurar nuestra sociedad”, prosiguió el Secretario General.
“En pocas semana”, finalizó Godoy, “vamos a llegar a niveles de pobreza del 40% de la población. El drama social que sufre Argentina está siendo espantoso. Entonces sería falso pensar que el acuerdo con el Fondo puede resolver esa situación. Por ende, hay que resolver cuál es la gobernabilidad que se nos están planteando. Y construir otro tipo de gobernabilidad, de democracia. Y en eso estamos desafiados este conjunto de luchas que se están desarrollando”.
Ismael Bermudez, periodista económico, en su turno argumentó “¿cómo puede ser que en el déficit del 2018, luego de haber hecho bolsa los salarios, recortó el gasto público, y subió las tarifas tenemos un déficit similar al del 2017? Esto es porque que todo el ahorro fiscal que hizo el gobierno con todas esas medidas fiscales quedaron compensadas en un 100% por el pago de interese de la deuda. Y, como esos intereses están en dólares en un 70% y un 30% en pesos, ajustados por la inflación, la cantidad de pesos que tiene que recaudar el tesoro nacional para saldar los intereses de la deuda, equivale a todo el recorte de la obra pública”.
“Por eso”, agregó el periodista, “viene la exigencia del déficit primario 0, que significa el déficit sin contar los intereses de la deuda. El FMI, los mercados, como ahora se llaman a los bancos, dice que, como Argentina no puede garantizar los intereses de la deuda porque está teniendo el mismo déficit que el año pasado hay que hacer más recortes para ver si queda algún sobrante para poder garantizar que en años próximo se pueda seguir asegurando los próximos intereses de la deuda, sin tener en cuenta los vencimientos de capital que no están siquiera garantizados por los distintos adelantos que podrían llegar a hacer el FMI más el plus que le está pidiendo el gobierno argentino”.
Bruno Napoli, cerró la mesa diciendo que “Me preguntaban en la TV a cuanto iba a estar el dólar a fin de año y yo no lo puedo saber. Si un economista en la radio o la tv dice cuanto va a valer, le está hablando a sus clientes, a los mercados, que son unos pocos especuladores que entran todos los días a las 10 de la mañana a la página del Banco Central y compran de 50 a 300 millones de dólares en un minuto y salen corriendo cada vez que el Central saca una oferta de dólares. Así que decir que va a pasar es muy complejo. No creo que sea parecido al 2001 pero tampoco se sabe hasta donde está el límite para que se repita. Hoy en el banco tenés el doble de dinero que en el 2015, de los cuales gran parte están en dólares. Otro dato es la taza de morosidad sobre los créditos que hay. Esa taza se mantuvo en un 2% durante estos dos años. Recién en el último mes comenzó a crecer. Lo cual es un indicador de que estamos transitando hacia una crisis y mide el nivel de peligrosidad. En fin, ya hubo devaluación ahora, una corrida bancaria podría hacer saltar el sistema”.