El puntapié, por donde seguir… Los compañeros de la comuna 4 Ana María Fleitas y Marcelo Bagnati abrieron la actividad y colocaron el énfasis en su carácter asambleario, es un marco diferenciador porque nos coloca no sola la horizontalidad sino, y fundamentalmente, en la necesidad del PENSAR COLECTIVO, a partir del reconocimiento de nuestras múltiples culturas, de nuestros historias como trabajadores. La vivienda es un derecho ha ser conquistado, en ese marco lo definimos como parte de la lucha por los derechos humanos y en ese sentido el lugar que le compete al estado es garantizarlo Algunos aportes que surgieron:
- La historia nos muestra una rica ciudad en experiencias de hábitat popular. El barrio Parque de los Patricios, entre otros, reúne una gran cantidad de esas experiencias colectivas de los trabajadores que se remontan a más de 100 años de historia, como la experiencia de la «Comisión de Casas Baratas» de la Ley Cafferata. Así, se construyeron complejos como el «Valentín Alsina», en diagonal al parque, o La Colonia, atrás del mismo, hacia el bajo.
- La toma del Parque Indoamericano condensó la profunda crisis habitacional que aqueja a esta ciudad. El 95% de las más de 13 mil personas que protagonizaron la toma vivían en la ciudad, especialmente en las villas y asentamientos de la zona sur. La respuesta estatal fue represiva, tanto de la Nación como de la Ciudad, dejando muertos y heridos. También se recurrió a patotas, como forma de «tercerizar» la represión y evitar los costos políticos, garantizando «zonas liberadas» para su actuación. Posteriormente, la respuesta institucional también fue de corte represivo, con la creación del Ministerio de Seguridad y la militarización de la zona sur con la llegada de Gendarmería y Prefectura. Estas Fuerzas de Seguridad, llamadas para combatir el narcotráfico y el delito organizado, tienen probada complicidad con estos delitos.
- La vivienda en la ciudad aparece como un objeto de negocios, un privilegio, no un derecho ni una necesidad legítima. En tanto objeto de negocios, es uno de los puntales del modelo económico actual: junto a la industria automotriz es la industria que más ha crecido. Pero, esta construcción no está orientada a satisfacer las necesidades y demandas del pueblo, sino que tiene un fuerte componente especulativo y está orientada a sectores de ingresos medios-altos y al turismo estacional. El precio del m2 no ha dejado de crecer en dólares, mientras que los ingresos se achican medidos en esta moneda, aumentando la brecha. La valorización inmobiliaria es uno de los principales mecanismos de expulsión de los sectores populares y medios de la ciudad.
- Se pueden reconocer dos ciudades. Una, la ciudad de la valorización y la especulación inmobiliaria. El mercado inmobiliario es quién planifica y construye esta ciudad. No sólo excluye a los sectores populares, sino que también los sectores medios se ven afectados, destruidos sus barrios tradicionales, reemplazados por grandes torres y edificios que muchas veces se mantienen desocupados. Otra, la ciudad producida, silenciosamente, por sus habitantes, a través de sus luchas y reivindicaciones. Es la ciudad de los barrios, de las villas, de los asentamientos, de las casas tomadas. Ante este escenario tan injusto e indignante, donde el Estado no actúa garantizando los derechos humanos fundamentales, es legítimo que los sectores excluidos busquen garantizar el acceso a la vivienda por medios que pueden no estar dentro de la legalidad instituida.
- El derecho a la vivienda y el hábitat tiene primacía por sobre la propiedad privada, que debe cumplir una función social.
- Todas las experiencias y organizaciones presentes: MTL, MOI, V31, V19, Barrio Carlos Mugica, Coperativas de la Ley Nº 341,Ex AU3, reivindicaron la organización y la lucha como instrumento indispensable para avanzar en conquistas sociales. El Estado no suele ser receptivo a estas demandas, que deben ser «arrancadas».
- Se reivindicó la participación de las organizaciones sociales en la formulación e implementación de las políticas públicas. La urbanización de las villas y asentamientos, en este sentido, sólo puede ser pensada de forma participativa, porque es necesario respetar la cultura de los barrios, lo que sus habitantes han sabido construir. La integración no pasa por desconocer la existencia de los barrios como tal, sino que implica una mayor presencia de lo público (infraestructura, equipamientos colectivos, espacio público) y su relación con el resto de la ciudad.
- Se destacó el rol de la mujer en las luchas sociales y su protagonismo en la resistencia de las políticas neoliberales, en la construcción de organizaciones y movimientos sociales. La mujer suele ponerse al frente de la lucha por la vivienda y el hábitat.
- No se debe perder de vista que la pelea por el hábitat y la vivienda remite a las divisiones fundamentales de la sociedad, entre los propietarios y capitalistas, y los trabajadores.
- se analizo el lugar de la institucionalidad, el significado que tiene que los trabajadores ocupen estos espacios en busca de una participación como fundamento de la democratización del estado,
Algunas propuestas que se realizaron:
- Construcción colectiva de una Ley Marco de Vivienda y Hábitat para la Ciudad de Buenos Aires. Debe ser elaborada con la participación de las organizaciones sociales, que son los protagonistas y quiénes mejor conocen la problemática, no sirve una ley elaborada dentro de los despachos.
- Creación de un Ministerio de Vivienda y Hábitat. Después de la crisis del Indoamericano, el Gobierno Nacional, para definir políticas públicas de vivienda y hábitat, de manera sostenida.
- Creación del Impuesto a las Viviendas Ociosas. En la ciudad hay tantas viviendas ociosas como las que se necesitan para paliar el déficit habitacional (alrededor de 100 mil). Esto sirve para regular el mercado inmobiliario, manteniendo los precios elevados. Debería gravarse esta situación para permitir aumentar la oferta de viviendas y tender a reducir los precios de alquiler.
- Modificación de la Ley Nº 341, para facilitar la autogestión por parte de cooperativas, mutuales y asociaciones civiles. Hoy en día, el funcionamiento de la Ley es muy complicado y atenta contra los procesos de autogestión.
- Creación de Empresas Estatales de Construcción, retomando la experiencia histórica de las empresas estatales, que construyeron gran parte de la infraestructura en el país.
- Articulación entre el Estado, la Universidad y las organizaciones sociales, para potenciar las capacidades de producción social del hábitat de nuestro pueblo.