En la sesión del día de ayer, impulsado por el interbloque K y con el apoyo del PRO, se aprobó un proyecto de reforma del Reglamento de la Legislatura de la Ciudad de Buenos que quita las manifestaciones previas del inicio de la sesiones para postergarlo al final de las mismas. Con este funcionamiento, los bloques mayoritarios no tendrán la obligación de escuchar al resto de los bloques.
Al respecto, la legisladora por Buenos Aires para Todos, Laura García Tuñón explicó que «las manifestaciones al comienzo de la sesión se implementaron en el 2002 como resultado de las movilizaciones populares del 2001» y aseguró que «le quieren cercenar la voz y la libre expresión a las minorías; cuando hablamos en el momento de las manifestaciones, no lo hacemos sólo a título personal sino en nombre del bloque y en representación de todos aquellos que nos votaron».
«Este proyecto -agregó García Tuñón- imposibilita que esté presente la voz de los conflictos. No es casual que lo impulsen los bloques PRO y K que vienen mostrando numerosos acuerdos; queda claro que no quieren que se hable de los problemas, que se pueda cuestionar a Macri o a Cristina en un año electoral».