El candidato a senador por Camino Popular también cuestionó al oficialismo y se diferenció de las propuestas de izquierda del FIT y Autodeterminación y Libertad. Después de superar el corte para participar de las legislativas de octubre, habla de sus expectativas.
(Página/12) Salvo cuando defiende o ataca un proyecto de ley desde su banca del Congreso, es raro ver alterado a Claudio Lozano. El diputado de Camino Popular habla sereno sobre esa nueva fuerza, pero una leve exaltación indica que se siente satisfecho con el resultado de las elecciones primarias. “Si en dos meses pudimos instalar nuestra propuesta, y fuimos una de las siete listas que quedamos, de 24, el balance es más que positivo”, dice a Página/12. Y se muestra muy seguro de lograr los votos que le faltan para agregar un diputado más al bloque que tiene en el Congreso Nacional. “Vamos a disputarles votos a todos los espacios”, dice optimista.
“En el marco de la desarticulación del FAP (Frente Amplio Progresista), Unidad Popular venía armando una propuesta nueva de centroizquierda, y se dio un proceso en el que buena parte de las fuerzas tomaron caminos inconducentes que los terminó enredando en la interna del radicalismo, Libres del Sur, el socialismo y el propio Pino termina en un acuerdo con la UCR e incluso con sectores de centroderecha, como Prat Gay y compañía. Así decidimos integrar Camino Popular, con muchos de los que se fueron de las experiencias como Proyecto Sur, y junto a nuestro partido se incorpora Marea Popular, una experiencia con base universitaria y una presencia territorial y social grande, y en dos meses logramos pasar las PASO.”
–Sin embargo, a Pino Solanas no le fue tan mal.
–Depende cómo se lo mire. Pino era una referencia con cierta autonomía en la ciudad de Buenos Aires y terminó transformándose en un alfil de Elisa Carrió. La verdadera triunfadora del espacio Unen es ella, él le gana raspando a (Rodolfo) Terragno y sacó menos votos que en 2011, y parte de ese voto fue a nosotros. Carrió hizo una buena elección que lo terminó arrastrando, pero si el radicalismo no hubiera ido dividido Pino hubiera perdido. Gana pero perdiendo autonomía, con una Carrió que pregona la ayuda al campo, las retenciones cero, que estuvo en contra de la reestatización de las AFJP, y que más allá de su denuncismo está en el mismo lugar que cuando armó el acuerdo Cívico y Social. Ahí no hay nada de la tradición de centroizquierda y nosotros aspiramos a que esto vaya quedando claro para consolidar Camino Popular a nivel nacional.
–Pero necesitan más votos para sumar un diputado nacional.
–Con lo que sacamos estaríamos metiendo un legislador en la Ciudad, pero apostamos a mucho más; las PASO era un momento para instalar la propuesta, techo no tenemos. No nos ubicamos en el mismo lugar que el resto de las experiencias de izquierda, como Zamora, que es un emprendimiento personal, o el FIT, que es una propuesta con límites para ser planteada a las mayorías porque su eje principal es la revolución proletaria y francamente hoy no hay una perspectiva muy cierta en esa dirección.
–¿Aspiran a que el voto de Zamora o del FIT vaya a ustedes en octubre?
–Sí, eso puede ocurrir. Y también muchos de los que votaron en la interna del Unen pueden inclinarse por nosotros, al igual que muchos desencantados de la experiencia kirchnerista. La práctica institucional del kirchnerismo en la Legislatura fue la de ser socio directo de los negocios del macrismo. Podemos discutir votos en todos los planos.
–¿No está apostando todo a la Ciudad a riesgo de perder en el Congreso?
–Tenemos que renovar legisladores en la Ciudad y una diputación nacional. Estoy seguro de que lo vamos a lograr, pero si no tendremos un bloque más chico. Si no soy electo senador, seguiré siendo diputado por dos años más. Apostamos a que el diputado que sale pueda ser renovado.
–Teniendo en cuenta los resultados obtenidos por el FIT a nivel nacional, ¿no cree que el voto útil pueda ir a ellos?
–La diferencia no es tanta, tres puntos contra cuatro y algo. Todos tenemos que mejorar, duplicar, para tener una presencia parlamentaria; los que pasamos estamos teniendo presencia sólo en la Legislatura. Nosotros expresamos una renovación de la discusión de la izquierda, no somos una propuesta personal autocentrada sobre sí misma como Zamora, somos parte de experiencias sociales, universitarias, sindicales y culturales que trabajamos cotidianamente, discutimos representación institucional y recuperamos la tradición de izquierda, pero con una mirada mucho más abierta y que tiene más que ver con el mundo de hoy.
–¿Una izquierda aggiornada?
–No, al revés. El dogmatismo de la izquierda en muchos casos la transformó en ineficaz. Estamos en una construcción de mayorías, Unidad Popular, que compartimos con Víctor De Gennaro y que superó las PASO en varias provincias. Sucede que en los diferentes lugares tenemos nombres distintos porque hemos hecho diferentes acuerdos. Camino Popular es en la Ciudad; en Neuquén se llama Frente Progresista Sur, porque Proyecto Sur allí va con nosotros. Es menos visible, pero también porque recién se produjo la desarticulación del FAP, donde estábamos involucrados. Ahora hay que darse una estrategia nacional: esto no es 2015, no hay que votar en contra, sino con convicción. Sería lamentable que la sustitución sea por un rejunte estilo aliancista o un reciclaje conservador del PJ. Para una propuesta de cambio real el voto útil es el más inútil de todos los votos.
–Dentro del arco opositor, ¿podría decirse que tanto su partido como Marea Popular son tibiamente antikirchneristas?
–Estamos absolutamente afuera de esa polarización, es una mirada estúpida que impide discutir la realidad del país. Voté a favor de la estatización de las AFJP, de la ley de medios, la recuperación de Aerolíneas y la reestatización parcial de YPF. Pero no comparto cómo gestiona el Gobierno cada una de estas cosas. Acompañé la recuperación de herramientas del Estado que cualquier gobierno necesita. Sin embargo, cuando se discutió el 82 por ciento móvil, este gobierno se opuso a la restitución de las contribuciones patronales y así terminó coincidiendo con el grupo A.
Por Adriana Meyer
Lozano: “Pino terminó con el centroderecha”
16/08/2013