Colectivo Porteño – Recordamos las 3 décadas de la histórica recuperación de la Asociación Trabajadores del Estado, y los hicimos con Carlos Custer, que formó parte del grupo encabezado por Víctor De Gennaro, que enfrentó a una dirigencia entreguista y colaboracionista de la Dictadura Militar y le devolvió la verdadera razón de ser a este sindicato. Hicimos un pequeño homenaje a Rubén Basoalto, el mítico baterista de Vox Dei en el cuarto aniversario de su fallecimiento y finalmente, nos visitó el cantautor y juglar cubano Roly Berrio, a punto de presentarse en el Café Vinilo. Nos dejó unas cuantas canciones en vivo con su mágica guitarra.
Homenaje a 30 años de la histórica recuperación de ATE
6 de noviembre de 1984 se producía un hecho histórico en el sindicalismo argentino: la agrupación ANUSATE, encabezada por Víctor De Gennaro, y de la que formaban parte Manuel Sbarbati, Germán Abdala y Juan Carlos Ibarra, triunfaba en las elecciones ante Juan Horvath, que había sido su Secretario General durante la Dictadura, con la que colaboraba marcando a los sindicalistas “díscolos”. Para recordar aquellos momentos, hablamos con Carlos Custer, dirigente histórico de ATE y actual secretario de Relaciones Internacionales de Unidad Popular. Custer se mostró alegre por la primera celebración llevada a cabo en la sede de ATE Capital junto a los Consejos Nacional y de la Ciudad de Buenos Aires. “Más allá del hecho histórico de los 30 años de la recuperación, es la importancia que tuvo nuestra agrupación, creada en 1977, en pleno fragor de la Dictadura, con el fin de recuperar el gremio y ponerlo al servicio de los trabajadores. Pero no era la única intención, ya que también queríamos luchar por la vuelta de la Democracia y de los Derechos Humanos. Por eso ya habíamos estado ligados, aun como agrupación antes de recuperar el gremio, al sindicalismo que trató de resistir en la medida de sus posibilidades a la Dictadura. Tuvimos el paro del 25 de abril de 1979, en pleno Proceso, la Comisión Nacional de los 25, que era el agrupamiento del sindicalismo no colaboracionista con el Gobierno Militar. Y nosotros ya habíamos estado allí”.
El camino de construcción, obviamente, no fue fácil. Custer recuerda que “llevó muchos años. Fuimos expulsados del gremio Víctor De Gennaro, Héctor Quagliaro, Germán Abdala (las tres figuras emblemáticas de la agrupación), Andrés Pérez, Manuel Sbarbati y yo, los seis. Cuando volvía la Democracia, era muy difícil presentarnos a las elecciones porque, al haber sido separados del gremio, ni siquiera formábamos parte de él, y por lo tanto, no podíamos ser candidatos. Fuimos a una jornada de Pastoral Social que se hizo en Mar del Plata a mediados de 1984. Y en esa oportunidad también iba Saúl Ubaldini, y el doctor Juan Manuel Casella, ministro de Trabajo. Raúl Alfonsín era el Presidente de la Nación. A la salida de esa jornada, hablamos con Casella para exponerle nuestra situación. Y ahí, nobleza obliga, tengo que reconocer que él podría haberse desentendido del tema pero nos escuchó y entonces el Ministerio anuló nuestras expulsiones, que se habían hecho en un congreso en Paraná. Felizmente, pudimos revertir eso sólo tres meses antes de la elección y esta agrupación, ANUSATE, creó una mística, más teniendo en cuenta como habíamos estado. El gremio era muy vertical, había crecido tres veces, y ganarlo desde la oposición, tuvo un mérito importante y eso demostró la simpatía que creó dentro de ATE y yo diría fuera del sindicato. Hoy en día se está preparando un libro y ya está listo un guión para una película sobre nuestra agrupación”.
En cuanto a la fundación de ANUSATE, Custer relató que “era muy difícil ser sindicalista en esa época. Algunos de nuestros referentes estaban afuera del gremio, inclusive privados del derecho de ser afiliados, y muchos echados de su trabajo. Víctor De Gennaro fue declarado prescindible en Minería y se ganaba el sustento como canillita, vendiendo diarios en un kiosco de Diagonal Sur y Carlos Pellegrini. Quagliaro, que era nuestro principal referente, prescindible de Vías Navegables. Había conseguido unos pesos, se compró un Torino y con él trabajaba en Rosario. O sea que estaban fuera del gremio, de los lugares de trabajo pero con un gran espíritu militante. Víctor era, a su vez, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Yo estaba particularmente muy vinculado con Adolfo Pérez Esquivel, que todavía no había ganado el Premio Nobel de la Paz. Y además, tratábamos de tener una actitud solidaria con los presos y con los que se iban. Nuestra agrupación era multifacética, ya que además de todo, luchábamos junto a la Comisión Nacional de los 25, que después se llamó CGT Brasil, que lideraba Saúl Ubaldini en contra de la otra central que había tenido una actitud claudicante y colaboracionista. Entonces, sin trabajo, sin estar oficialmente en el gremio, era muy complicado poder ir y decirles a los compañeros que era posible cambiar el estado de las cosas. Y muchos nos miraban raro. Además, tuvimos que pelear en lugares tan lejanos y diferentes como, por ejemplo, Puerto Iguazú y Río Turbio, Jujuy y Ushuaia, y eso, sin aparato. Y fue un triunfo resonante que incluso tuvo repercusiones en la vida política argentina e incluso, años después hizo germinar la semilla de una experiencia como la de la CTA, una alternativa diferente que, además, quiere construir un nuevo modelo de organización totalmente antiburocrático”.
“Creo que ATE sigue siendo un gremio con un plus –resaltó Custer- ya que es de gente transparente, no tiene nada que ver ni con el sindicalismo burocrático ni del de los negocios, donde se respetan a las minorías, esa gran pluralidad que tenemos, y donde todos los afiliados saben que es su casa más allá de la agrupación que esté ejerciendo mayoritariamente su conducción. Lo que importa es que siga siendo de todos los trabajadores”.
Música cubana de la mano del cantautor cubano Roly Berrio
Directamente de Cuba a nuestro estudio llegó Roly Berrío, actor y cantautor que no se considera heredero de la Nueva Trova, a la que define como “la utilización de los géneros y de la historia musical para contar algunas cosas sobre mi país y los sentimientos, tanto propios como ajenos. Una canción de rock te ayuda a hablar sobre temas específicos de un modo singular. Como pasa aquí con la zamba, que permite soñar con la melancolía”.
“El Ciclón Cubano”, como lo denominó un periodista de Barcelona -la ciudad de España, no el diario satírico-, contó que es ser un trovador en estos días: “cantar, intentar hacer canciones, y hablar a través de la historia musical que nos han legado”. En referencia a la Nueva Trova, dijo que “estuvo permeada por múltiples influencias llegadas de toda Latinoamérica y también del mundo anglosajón. Y en cuanto a la composición y lo musical, tiene cercanías con muchas regiones del mundo. Abrió ese espectro que de alguna manera estaba condensada en la Trova Tradicional y la música cubana en general. Saliendo de las contradanzas se fue llegando a una canción propia de Cuba. Y la Nueva Trova vino a aportar desde otro lugar. En cuanto a lo poético y escritura, todo lo que se estaba viviendo en estos nuevos tiempos de la Revolución: contar, narrar una nueva sociedad desde otros valores y desde otra mirada. Hoy la sociedad cubana tiene muchos matices, mucha diversidad en cuanto a colores de búsqueda y de luchas sociales. Tiene esperanzas en el progreso económico, y ha obtenido muchas conquistas. Y a partir de ahí, le resta lograr una belleza en el terreno de la economía. Ahí es donde estamos ahora”.
A pesar de que en su música se pueden distinguir elementos provenientes del rock y del blues más allá de los obviamente latinos, Roly aclara que “si bien soy consciente de todas estas influencias, no hago rock, no hago géneros. Hago canciones, me apoyo en ellos y voy tanteando como expresar sentimientos, una sensación, y poder comunicar lo que me pasa, y lo que quiero transmitir”.
También se refirió a su participación como actor así como también en la banda de sonido de la película “Habana Blues” que ganó un premio Goya: “fue allá por 2005, fue una película maravillosa que registra 74 cortes musicales, donde se da luz al universo grande de la música que se está haciendo hoy en Cuba. Donde hay muchos músicos alternativos que hasta ese momento ni siquiera estaban en las redes nacionales de comunicación ni en los medios masivos. Fue algo maravilloso. Una película que ha traído esas alegrías como el premio Goya a la música. A mí me trajo otro motivo de felicidad con la canción “Caridad” que compuse para los niños, así como también el tener la posibilidad de conocer a muchos músicos que participan en ella”.
“Sólo salen”, el disco en vivo que vino a presentar a nuestro país, le permitió viajar por muchos países, fue producido en La Habana por el Centro Cultural Pablo con la colaboración de amigos argentinos: “lo pude presentar en España, Colombia, Uruguay, Chipre, que ha sido el lugar más lejos en el que he estado. También he estado en Suiza, Bélgica, he podido rodar en Francia, ya en este caso haciendo teatro, que era lo que estaba haciendo el año pasado”.
“Argentina es un lugar donde se habla mucho de política y se tiene mucha conciencia de la Sociedad. En todos los lugares y todas las personas que he conocido. Por eso me acerqué a la Carpa por la Precarización el mes pasado. Aquí solo me pasa de acercar mi música a las luchas sociales. Pude conocer a la CTA desde el primer momento que pisé este lugar. También pude ir a Misiones, Formosa, Santa Fe, Entre Ríos. Pude ir a una marcha que se hizo con los Chicos del Pueblo, donde por las noches les cantaba a los niños, aunque participé ayudando, conociendo y en mayor medida aprendiendo lo que es importante para crecer por dentro”, recalcó Berrio.
Asimismo, reveló que “la primera vez que salí de Cuba en 1996, fui invitado por un Comité de Solidaridad y Ayuda con los Pueblos de Latinoamérica y África, de Islas Canarias. Eso también fue muy importante para mí en el orden social. En México, mi relación más que nada fue con la Universidad de Baja California Sur y abocado hacia todo lo que tenía que ver con el arte escénico. Además, participé como forma de conocer la historia de mi propio país de una caravana del conocimiento por un territorio muy extenso y que arrancó desde donde partió el yate Granma».