Con la coordinación de Federico Giuliani, Secretario General de ATE y la CTA Autónoma de la provincia de Córdoba, se llevó a cabo este miércoles 16 de junio -a 66 años del Bombardeo a Plaza de Mayo en 1955- el Segundo Conversatorio vía Zoom organizado por el Instrumento Electoral por la Unidad Popular (UP) Córdoba bajo el lema “Memorias de la Resistencia”.
El panel estuvo compuesto por Julio César Urien, Teniente de Fragata (R) líder de la sublevación de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) el 16 y 17 de noviembre de 1972 -en consonancia con el retorno de Perón al país- durante la dictadura de Lanusse, ex militante montonero y detenido político, Presidente de Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA); Soledad Valle, nieta del General Juan José Valle, patriota fusilado el 12 de junio de 1956 por el dictador Pedro Eugenio Aramburu; y Carlos “Pancho” Gaitán, Miembro del Comité Central Confederal de la CGT hasta marzo 1976 y del Movimiento Peronista Revolucionario (MPR). Como miembro del Consejo Metropolitano del Partido Justicialista entre los años 1985-1989 y 1995-1997, fue el primer Secretario de Derechos Humanos del PJ y como tal, miembro de Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH).
El Primer Conversatorio de esta saga tuvo lugar el 9 de junio, a 65 años de los Fusilamientos de José León Suárez ordenados por el dictador Pedro Eugenio Aramburu. Participaron como expositores: Mario Eduardo “Pepe” Firmenich, Fundador de Montoneros y Doctor en Economía; Juan Carlos “Pipón” Giuliani, dirigente de Unidad Popular Córdoba; Ricardo Hernández, dirigente del Movimiento Peronista Auténtico Córdoba y Carlos Aznáres, Director de Resúmen Latinoamericano, dirigente de la OLP “Resistir y Luchar”.
Bautismo de fuego de la contrarrevolución
El 16 de junio de 1955 las Fuerzas Armadas adictas a la contrarrevolución desataban un feroz bombardeo sobre Plaza de Mayo con el único objetivo de matar a Perón. La alianza militar y eclesiástica que avaló el bombardeo, dejó un saldo de 350 muertos y más de 2000 heridos. Tres meses después, el 16 de septiembre, sucedía el Golpe de Estado que significó el inicio de la “Revolución Fusiladora”.
Cientos de cuerpos heridos y apilados en camiones fue una de las imágenes más impactantes de ese 16 de junio de 1955, cuando la Aviación Naval y parte de la Fuerza Aérea ensayaban un nuevo intento para hacer caer al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón con un bombardeo (arrojaron 14 toneladas de bombas) sobre en Plaza de Mayo que dejó más de 350 muertos y más de 2000 heridos.
Cuando la Fuerza Aérea afirma que su Bautismo de Fuego fue en la Guerra de Malvinas hay que decir que miente: Su bautismo de fuego fue bombardeando al pueblo indefenso en Plaza de Mayo. Fue esta acción criminal contra la población civil la que dio inicio a la violencia política que se mantuvo hasta finales de los ’70 y no el “Aramburazo” como quieren hacer creer los escribas de la “Teoría de los Dos Demonios”.
Ese 16 de junio, una multitud contemplaba un desfile militar cuando a las 12.40, el cielo se ensombreció ante la presencia de 40 aviones de la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea que comenzaron a dejar caer bombas sobre la repleta Plaza de Mayo y la Casa Rosada. Los aparatos llevaban dibujados en su fuselaje la insignia “Cristo Vence”, y en la primera de sus oleadas, una de las bombas impactó de lleno contra un trolebús repleto de pasajeros.
Perón se refugió en los subsuelos del edificio Libertador y consiguió de esta forma salvar su vida, mientras, en las calles, la CGT movilizaba columnas a la Plaza y los sediciosos realizaban tres oleadas más de bombardeos. El bombardeo cesó a las 17.40 y los atacantes huyeron a Uruguay, donde fueron recibidos por el presidente Luis Batlle, que les concedió asilo político.
Todo está guardado en la memoria.